jueves, 16 de mayo de 2013

retazo del 2007


Puede que alguna de las cosas que escriba se me hayan olvidado. Es probable que me pierda en las redes de mi propio pensamiento y me exalte al darme cuenta que ya nunca volveré a ser el mismo. Que una parte importante de mi, se fue de la nada, de un día para otro, dejándome la impotencia, como una solución a los problemas.

Todo había comenzado, aquel año fatídico, año paradójico, año maldito.
Mi único gran pasatiempo era salir a correr por la ciudad, levantarme todos los días, alistarme en cinco minutos y conocer nuevas perspectivas de mi barrio donde habitualmente pasaba. Era realmente apasionante, ir mirando las flores, los árboles perder sus vestidos, los perros vagabundos, a los cuales adoptaba con un silbido de ida y vuelta.

Ese pequeño y a la vez gran pasatiempo, me llenaba de vida, de ánimo y de ansias de encontrarle el sentido a las cosas.

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