Hace tanto tiempo que
no sentía tanta incertidumbre, ni tanto replanteamiento junto. Es una pésima
mezcla, sobre todo cuando hay personas ingenuas y merecedoras de grandes logros
en juego. Y la decisión, precisada en alguna acción, llamado de teléfonos,
alguna señal de vida, para ser eternamente visible en el recuerdo de otro, que
insiste en responderme con absoluta madurez racionalizada, con el fin de no
arrepentirme de algún arrebato amoroso, pasional, lleno de vida y ganas de
lazarse al vacío, para, especialmente, no arrepentirme de no haberlo hecho
alguna vez. Más aún, cuando desde la impaciencia, presiento grandes
aspiraciones de descubrirte más y más, que vuelvas a envolverme con tus
maneras, con tus manos y tu voz. Con tu forma y contenido.
Son emociones
contrapuestas, ambivalencia absoluta, exquisito interés en volver a verte…
No hay comentarios:
Publicar un comentario