Lo de ayer fue una excepción, realmente
excepcional, por lo menos eso es lo que creo yo (hoy por hoy). Puede que ya
empecé a convertirme en esa adulta, casi
inservible que de pronto se deja de lado y se permite tener sexo voraz y feroz
con quienes aún no conoce del todo. Siempre temía esa “futura” realidad que ya
se hizo presente. El alcohol, quizás. Pero estoy segura que no cumpliré el “no
volveré a tomar así otra vez”. Y qué, si en cierto modo me gustó. Me gustó esa
complicidad, esas ganas desenfrenadas de sentir solamente placer. Esas
siniestras ganas de tocar compulsivamente un cuerpo masculino desnudo. Y dejar
que paralelamente me toquen sin remordimientos a mí.
Esto es una caja de recuerdos, de papeles resquebrajados de antaño, de tanta memoria vertida en palabras que alguna vez forjaron lo que sería...son luchas constantes, citas recurrentes...no obstante, presiento que de todos modos, a pesar de tanta revuelta personal, la crisálida que siempre he sido está a punto de identificarse consigo misma para luego tan solo ser...son trozos de mí sin ninguna pretensión...bueno, quizás sí (llamar tu atención).
martes, 14 de mayo de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario