martes, 14 de mayo de 2013

Instrucciones para amar a un ángel (María Teresa Calderón/Vida de Perras)

Instrucciones para amar a un ángel

En primer lugar, la afectada por la presencia de un ángel se dará cuenta del hecho en seguida.
Encandilada por un hombre cuya voz jamás había oído, le parecerá perfectamente conocida.
El brillo inquietante de unos ojos que la miran, le hará creer haberlos visto desde siempre.
Sobrecogida por el ritmo de una baile una tarde de lluvia, usted perderá el sosiego de por vida.
Entonces sus sueños empezarán a llenarse de mares encrespados y cielos que se nublan repentinamente y lluvias que se desatan y vientos que se la llevan en todas las direcciones.
Usted, desde ese mismo momento quedará a la deriva, perdida, sin brújula, sin voluntad y sin memoria.
Los ángeles no son concientes de su angélica condición, por lo tanto, seguirán actuando en forma natural y humana.
Por lo general los ángeles son poetas. Los ángeles suelen llamarse Tomás, Alfredo, Raúl, Carlos, Antonio, Roberto, Pablo, Andrés, Rubén, Gustavo, Diego, Manuel, Juan…
Cuando se encuentre con un ángel, debe hacerle prometer de inmediato y delante de testigos, que más adelante, que tal vez, que algún día, que en la próxima vida…
Los ángeles suelen quedar prendidos en la piel, tatuados en la memoria, abrazados a su corazón, cantando en su alma la música del paraíso.
Para amar a un ángel hay que visitarlo en los sueños; acercarse despacito y hablarse lentamente. Los ángeles se asustan con facilidad al ser reconocidos.
Cuando se enamore de un ángel, usted tendrá que resignarse a que ése ángel jamás se va a enamorar de usted.
Porque no todas las mujeres tienen en su destino encontrarse con un ángel, porque las mujeres como yo que se enamoran de los hombres como tu están perdidas porque en realidad usted no es una mujer sino una triste Ángela caída en la desgracia de un amor tan grande.

María Teresa Calderón
Vida de perras.

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