jueves, 16 de mayo de 2013

quizás lo sabes, pero necesitaba decírtelo

Lo que nos une, es una combinación de deseo y aversión. De ansiedad, pero también de control, porque tampoco quiero errar. No tengo intenciones de dañarte, si dejara que mis pasiones se desataran, no dudaría en correr hacia a ti, lanzarme violentamente a tus brazos, que esta apacible tormenta se convierta en luz, no dudaría en ser tu punto de atracción e insinuarme sensualmente en tus instintos, dejándome llevar por la creciente intensidad que sentí aquella vez en tu pecho, sentir la agitación inevitable de unas ganas apremiantes que debemos reprimir...

Estoy impaciente, intranquila, autoconvenciéndome de la sensatez, del análisis, de la calma. Tengo miedo, pero también curiosidad, interés por conocerte más y más, saber quién eres, volver a reír y contarnos tantas cosas que nos unen, quiero que me escuches, que me alientes, que me mires y me hagas sentir hermosa, que me digas que mi sonrisa es perfecta, que nuestras manos vuelvan a enlazarse cariñosamente...me diste vida y luz...pero sigo inmóvil, tratando de esclarecer mis constantes claroscuros, pero te extraño, de alguna rara manera, me movilizaste y te lo agradezco igual.

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