lunes, 27 de mayo de 2013

mi mayor placer




Creo que mi mayor placer en la vida, es simplemente viajar, viajar, viajar...lo descubrí cuando estuve en el Caribe por primera vez, y sentí que podía vivir de eso, que podría estar todos los días de mi vida conociendo lugares y conversando con desconocidos, en otro idioma. Observar, desde mi ignorancia, pero con mi apertura mental, cómo las diferencias pueden convivir en espacios que insensatamente han sido circunscritos a un país específico. Creo que fue la grandiosa sensación que sentí cuando tomé el primer avión por primera vez, y siendo una niña, me embarqué a Venezuela a descubrir que habían grandes horizontes abiertos y por descubrir...los viajes son mi salvavidas cuando presiento que estoy a punto de explotar, a punto de desistir, a punto de olvidarme que existo aquí y ahora. Son mi refugio, mi esperanza de vida. Si pudiera vivir de eso, no dudaría en embarcarme y definitavamente a afirmar que he encontrado mi vocación (no legítima)...pero esto mismo, me hace pensar que, quizás, es mi secreto, y que puedo vivir mucho tiempo después del regreso, pensando y reviviendo la pasión de cuando estuve "allá". No sé, quizás reflexiono sobre esto, porque claramente, necesito un viaje....


el placer de tirar la cuerda

Esta es la situación que vislumbro, entre tantos residuos de antaño, me veo a mi misma, con toda mi feminidad, tirando la cuerda, esforzándome por ganar, por demostrar que soy un roble, que no es en vano tener una musculatura fuerte inherente, que mientras más tiro, más energía dedico a vencer, pero no por creerme mejor, solo por demostrarme a mí misma que puedo, que puedo hacer esto y mucho más. Y ahí me veo, a ratos apoyada por un sinnúmero de amigas que me ayudan a no decaer, a seguir tensionando situaciones y recuerdos, que me gritan que puedo, que no me rinda...y yo, tiro, me arden las manos, pero no me importa, porque sé que valdrá la pena llevar una marca si es que gano, si es que me veo una vez más en el podio que he ideado para mí, en este podio donde suelo ganarle a mis caprichos, a la desgana constante que venzo con mi (a veces) pretendidas sonrisas y aparente superficialidad cotidiana. Así como también, donde sé que llegaré a la bendita meta, así como lo hice cada vez que necesité meditar y purificarme, cuando gasté las zapatillas y llegaba iluminada después de una carrera mental en la que nunca fallé. Sé que podré, sé que nada fue en vano, sé que todo ha servido (aunque a veces me cueste creerlo), sé que siempre quedará un grito de aliento, sé que el sudor me acompaña siempre previo a una satisfacción. Gracias por el pasado, por todo lo que he vivido, para bien y para mal, mi premisa es que algún día descubriré todos los "para qué" que alguna vez me devanaron el alma y angustiaron aquella realidad presente que propició ese futuro que aún no termino de comprender. Lo mejor, al menos, por ahora, es nutrirme de tanta incertidumbre, dejarme llenar para luego avanzar e ir de a poco desatando ataduras y sintiéndome cada día un poco más libre.

Los lugares a los que quiero ir

Para que no se me olviden...los encontré en una libreta vieja que quiero reciclar:

La Península (Belice): muy tranquilo y chiquitito
Placencia.

St. John (Belice): más caro pero precioso.

San Juan (Nicaragua)

domingo, 26 de mayo de 2013

Esta falta de coraje

Me gustaría poder entender qué pasó...saber tantas cosas que no sé si quedarán inconclusas para siempre. Saber cuántos asuntos merodean y cuántos han decantado en tu cabeza y tu rutina. No sé si es que no tengo el coraje o simplemente me dejo llevar por esta apacible inercia que nos envuelve a cada uno por separado. Quizás esperando que (siempre) el otro tome la iniciativa primero o bien, aceptando esta inefable realidad que se posó después de aquella vez. También, puede ser que no me atreva a ser abiertamente rechazada y por lo tanto, decidí escudarme antes de escuchar un "no". U, otra posibilidad, es que a ratos la rabia me hace cuestionar todo, y el desconcierto me gana y me pida paciencia para no enfrascarme en temas inconsistentes, porque puede ser, también, que todo haya sido una imaginería preciosa que me hizo creer que podría haber un plan B infinitamente feliz, pero que después de un breve tiempo se agotó, en el preciso momento en que empezó; o sea, que no fue nada. Existen tantas posibilidades, infinitos relatos e hipótesis...y es tan raro la forma en que todo se esfumó...que, por mi especial manera de ser, no puedo aceptarla y posarme tranquila en mi comodidad. Puede ser que justamente, seas tan increíblemente sensato que tengas estas recetas mágicas para que todo cuadre al fin y al cabo, después de un tiempo perfectamente calculado de mudez y desaparición planificada....puede ser. La verdad, es que si no tuviera tantos asuntos pendientes, exigiría un acuerdo resolutivo con urgencia, pero tampoco me quita (tanto) el sueño...es que tanta extrañeza, por vez primera, me hace darme vueltas en lo mismo sin salidas, sin retardos, tampoco, porque nunca se fue pragmático, nunca hubo una luz que nos guiara...aún así, me llaman la atención tantas cosas, me maravillo y especulo...no sé qué espero, quizás nada...pero nada...

jueves, 23 de mayo de 2013

Rompí el hechizo

Rompí el hechizo, rompí la línea imaginaria que nos unió y que me mantuvo arrimada a tí.
Tuve la irreverencia, el desenfreno, corté las ataduras y dejé que solo las ganas me inundaran. Fue una locura, un nuevo motivo de angustia, unos segundos maravillosamente jugados al azar...no sé si gané o perdí...quizás, darme cuenta que las normas sociales me atormentan y que errar, por primera vez en la vida, no es tan terrible, pude quitar el velo y las grandes esperanzas que me fijaron alrededor tuyo...pero también, darme cuenta de la fragilidad y de lo extraña y distante que puedo estar dentro de mi misma y de tu inconstante presencia, que esta vez no me dolió. Quizás pusiste una barrera, la puedo ver, de hecho puedo ver tu caparazón que te obliga a callar y no mirar(me), puedo verte de lejos, casi diminuto, quizás apenado, no lo sé...yo me mantengo detrás de tu gran muralla, quieta, apaciblemente quieta, sin saber cómo esto sucedió, raro, muy raro, tan raro, que no puedo nombrarlo con palabras espontáneas...

lunes, 20 de mayo de 2013

Los deberes me confluctúan el alma

Debería ser la niña buena que alguna vez todos pensaron que sería, la niña capaz, atenta, siempre sonriente, dispuesta, con ganas de vivir, con ganas de recibir los deberes con ambición de logro, con las cosas claras, con las manos abiertas y con el horizonte claro...debería ser eso y muchas cosas más. 

Debería ser correcta, amable, empática, conmover a mi entorno con mi mejor forma, mis discursos políticamente correctos y mis valores forjados con total vehemencia, debería haber hecho las cosas bien, haber tomado mejores decisiones, debería, en vez de estar aquí, tratando de aclararme la mente, produciendo conocimiento, produciendo fundados argumentos para seguir siendo buena alumna y estudiante. Debería motivarme con tantas deberes, tantas cosas aún por hacer, debería dejar de estar aquí, sentada tipeando asuntos que me irritan, me desagradan y me conflictúan...debería despojarme de toda carga (física y emocional) y sentirme capaz de salir a adelante de toda esta duda inmensa que me envuelve, debería ser lo suficientemente capaz de hacerme cargo de mi misma y mis razones, mis afectos, mis decisiones, mis impulsos, mis mentiras, mis anhelos contrapuestos, mi incertidumbre constante, mis llantos eternos, mis carencias innatas...

...agárrate de de mi mano, que tengo miedo del futuro, tengo miedo de mi misma, de mis incapacidades, de ser totalmente incompleta, de ser lo que nunca quise ser, de que se sigan repitiendo los mismos patrones, las mismas rutinas circulares...

viernes, 17 de mayo de 2013

Mamá



Me ha costado toda la vida dilucidar la relación que tengo con la maternidad...pero después de tantos años, siento que inevitablemente nuestro destino era estar juntas (para bien y para mal) y te agradezco, te perdono, te amo e infinitas gracias.

jueves, 16 de mayo de 2013

me estoy volviendo loca

me estoy volviendo loca, no sé cómo despojarte, detesto el deber, me cargan las ataduras mentales, la represión, nunca he seguido una norma, siempre he sido la descarriada, la que no guarda nada, la que expresa sin tapujos, loca, espontánea, más loca que espontánea...pero estoy cada día peor...ya no entiendo mucho y me cuesta creer en mí, en mis emociones, lo genuino de esta seudo esperanza que nos une...me aconsejaron conectarme con Dios, pedirle lucidez, no creo en Dios, pero quizás lo haga como un acto psicomágico. Llegaste a mi vida, me desestabilizaste mis creencias que creí eternas, me hechizaste con energía y vitalidad, con esas inmensas ganas de entregarme, con ese breve mareo, con ese cosquilleo en la guata...lo siento, me gustaría poder arrinconarme, pero cómo hacerlo si nunca ha sido mi estilo y realmente, no sé qué hacer...

quizás lo sabes, pero necesitaba decírtelo

Lo que nos une, es una combinación de deseo y aversión. De ansiedad, pero también de control, porque tampoco quiero errar. No tengo intenciones de dañarte, si dejara que mis pasiones se desataran, no dudaría en correr hacia a ti, lanzarme violentamente a tus brazos, que esta apacible tormenta se convierta en luz, no dudaría en ser tu punto de atracción e insinuarme sensualmente en tus instintos, dejándome llevar por la creciente intensidad que sentí aquella vez en tu pecho, sentir la agitación inevitable de unas ganas apremiantes que debemos reprimir...

Estoy impaciente, intranquila, autoconvenciéndome de la sensatez, del análisis, de la calma. Tengo miedo, pero también curiosidad, interés por conocerte más y más, saber quién eres, volver a reír y contarnos tantas cosas que nos unen, quiero que me escuches, que me alientes, que me mires y me hagas sentir hermosa, que me digas que mi sonrisa es perfecta, que nuestras manos vuelvan a enlazarse cariñosamente...me diste vida y luz...pero sigo inmóvil, tratando de esclarecer mis constantes claroscuros, pero te extraño, de alguna rara manera, me movilizaste y te lo agradezco igual.

compartirte un paisaje que me gustó (Galápagos, 2011)



retazo del 2007


Puede que alguna de las cosas que escriba se me hayan olvidado. Es probable que me pierda en las redes de mi propio pensamiento y me exalte al darme cuenta que ya nunca volveré a ser el mismo. Que una parte importante de mi, se fue de la nada, de un día para otro, dejándome la impotencia, como una solución a los problemas.

Todo había comenzado, aquel año fatídico, año paradójico, año maldito.
Mi único gran pasatiempo era salir a correr por la ciudad, levantarme todos los días, alistarme en cinco minutos y conocer nuevas perspectivas de mi barrio donde habitualmente pasaba. Era realmente apasionante, ir mirando las flores, los árboles perder sus vestidos, los perros vagabundos, a los cuales adoptaba con un silbido de ida y vuelta.

Ese pequeño y a la vez gran pasatiempo, me llenaba de vida, de ánimo y de ansias de encontrarle el sentido a las cosas.

Balada del Mal Genio (Benedetti)



Hay días en que siento una desgana

de mí, de ti, de todo lo que insiste en creerse
y me hallo solidariamente cretino
apto para que en mí vacilen los rencores
y nada me parezca un aceptable augurio.

Días en que abro el diario con el corazón en la boca
como si aguardara de veras que mi nombre
fuera a aparecer en los avisos fúnebres
seguido de la nómina de parientes y amigos
y de todo indócil personal a mis órdenes.

Hay días que ni siquiera son oscuros
días en que pierdo el rastro de mi pena
y resuelvo las palabras cruzadas
con una rabia hecha para otra ocasión
digamos, por ejemplo, para noches de insomnio.

Días en que uno sabe que hace mucho era bueno
bah tal vez no hace tanto que salía la luna
limpia como después de jabón perfumado
y aquello si era auténtica melancolía
y no este malsano, dulce aburrimiento.

Bueno, esta balada sólo es para avisarte
que en esos pocos días no me tomes en cuenta.

Ando mala....


Ando mala, anda con toda la intención de desearte el mal. Estoy envuelta y decidida a esperar una agria noticia de tu ser, algo que me haga sonreír levemente y sentirme un tanto culpable, quizás por la eficiencia de mi fuerza mental. Detesto destinar más del tiempo necesario en pensar en ti, aborrezco por sobre todo el no dejarte escapar para siempre de mi mente y de mis recuerdos amorosos, el primer hombre (real) al que he besado sinceramente, y a quien he dejado traspasar los limites en mi. Detesto destinarte una hoja en blanco, y lo que es peor aún, ser apostrófica. Simplemente no me entiendo y me inquieta saber cuando dejaré de hacer esto. Tengo plena conciencia que soy pendeja, mimada, celosa y algo posesiva, pero qué vamos a hacer. Lo hecho, hecho está y no quiero tampoco que tu experiencia sea la que me haga cambiar, yo sólo quiero que te vayas así, rápido, de golpe y violento, lejos, lo muy lejos y a mi, realmente, no me importe NADA. Pero en serio, que sea tan fácil desarraigarte, tan ligero y sencillo. 

Me carga todo de ti, tu desubicación exagerada, tu angelical rostro al que solían apreciar, por su bondad superficial, pero que escondías dentro, un corazón, grande, puede ser, pero lleno de heridas y resentimiento, que no conocía lo que era la entrega absoluta o el agradecimiento por los pequeños esfuerzos. Patudo, y lo peor de todo es que no te dabas cuenta. Quien es capaz de utilizar los bienes de otro, terminar tus labores, luego comer y despedirse, diciendo que hasta luego, pero no muy luego, porque ya esto no va y mejor terminemos; quien es capaz de hacer eso, quien es capaz de no pensar en el pasado y las experiencias traumáticas para después sacarlas en cara, sabiendo que son causa de un daño feroz…sólo tu. Y ahí estás, más arrogante que nunca, asquerosamente soberbio, creído hasta la muerte, luchando por tu campo profesional. Te deseo que seas el ser más trabajólico del mundo y que tu egocentrismo te cierre las puertas de las sociabilidad. Te nuble la vista y te conviertes en blanco de evasión para la gente.

miércoles, 15 de mayo de 2013

El amor es eterno mientras dura (Carta a un viejo amor que alguna vez se creyó infinito)



20/03/2011

 Te escribo esto porque sé que cuando nos juntemos no podré hablar, ni tampoco querrás escucharme. Pero estas últimas palabras, representan lo que quiero perdure en el tiempo, sobre la relación que construimos durante estos 3 años de vida que nos unieron.

Primero, lamento profundamente que estés sintiéndote mal por mi culpa, no soporto imaginarte llorando, ni pensando atrocidades, odiándome, despotricando el porqué de nuestro pololeo. Te juro que si de mi dependiera, borraría todos tus pasares y me entregaría entera para verte contento y confiado. Sin embargo sé que es un proceso que tendrás que enfrentar tu solo y que a mi no me basta más que desaparecer lentamente.

El amor y devoción que te tengo no se borrarán fácilmente, me quedo con el mejor de nuestro recuerdo, que son muchísimos, tu y yo juntos haciendo tantas cosas…viajando, comiendo, cocinando, durmiendo, idas al cine, tardes de siesta, hacer el amor, caminar, tus abrazos, tus besos en la frente, tus consuelos cuando lloré, tus voces tiernas cuando hablábamos por teléfono, entre tantas otras.

Ay!..No sabes lo triste que estoy. Pero confío en la sabiduría de nuestro mapa vital, y sé, que muy en el fondo, esto es lo mejor que puede pasar para ambos. Al final, los dos nos descuidamos tanto, que seguir intentado algo dentro de una misma rutina y contexto, era muy difícil que pudiera resultar.

Perdóname desde el fondo de tu corazón si es que te hice sentir mal, nunca fue mi intención. Me disculpo por todas las veces en que “embarré tu día”, en que me enojé y amurré de más, créeme que me enseñaste a ser una ser una mejor mujer, más sabia, liberada, relajada y algo más cariñosa.

            Espero que estés muy bien, que logres conquistar tus futuros proyectos y propósitos, por tu fortaleza y vehemencia, sé que serás un gran humano, hombre, hermano, hijo, padre, esposo, tío, abuelo, estudiante, profesional, viajero, amante de lo que haces y emprendes.

Ponle pasión a tu vida, y quédate con el recuerdo de una relación que a pesar de sus bajos, pudo sostenerse del gran amor que alguna vez nos tuvimos, incluso para suponer que en un futuro incierto seríamos familia. Esta fue la primera vez que sentí un amor tan real y puro, con la consistencia suficiente para proyectarme contigo de manera global.

Como sea, siempre llevaré un pedacito tuyo en mí, en mi memoria y en mis mejores recuerdos de mujer y amante.







Reflejos del enamoramiento precoz

6/5/11
Parece que la "supermoon" hizo efecto en mí y mi sensibilidad. Un día después de mi cumpleaños me doy cuenta y visualizo con claridad lo realmente afortunada que soy y la cantidad de riqueza humana que se encuentra a mi alrededor. Gente preciosa que ha moldeado mi andar. Tantas experiencias que me han hecho la mujer que soy. Estoy tan contenta, siento que vivo un tiempo lleno de luz y amor. Tengo al mejor hombre que alguna vez pensé y que ahora siento. Con él, volví a creer en que el amor de la vida existe y que los príncipes azules se concretan. Estoy tan feliz de poder compartir mi vida con él, con este maravilloso flaco que me da seguridad, autonconfianza, equilibrio y paz.
Me cuesta creer que he sido lo suficientemente buena como para merecerlo. 


Despedida en tu funeral querida Abuela

Querida abuelita Michel o Weli:

Nunca pensé que tu partida dolería tanto, quisiera poder tenerte al frente y decirte tantas cosas…conversar de la vida, escuchar tus historias, tus creencias, tus valores más preciados, tus sentimientos de logro, frustraciones, cuentos de juventud, amores… (Claramente nos debemos una conversación)

Ay weli, siento que te debí tantos abrazos, tanto cariño de piel que no supe entregarte; y ese último día, sentadita en tu silla de ruedas en el patio de la casa, moviendo tu manta de un lado a otro, pensando quizás en qué cosas y en qué mundo habitando. Y es que ahora me arrepiento de tantos besos y abrazos que no supe expresarte y que de seguro te hubieran hecho tan feliz.

Sé que las palabras no son todo y que existen otras formas de comunicación y percepciones más profundas que algún día descubriremos; pero quiero que sepas ahora, que desde lo más profundo de mí, lo primero que siento cuando te recuerdo es AGRADECIMIENTO. Un gracias infinito por haber pasado una gran parte de mi infancia contigo. Contigo y con el tata, en la casa de Víctor Manuel, yendo al matadero con tu carricoche lleno de frutas y comida, mientras yo iba aferrada a tu mano, y con la otra cargaba a la Lola, la muñeca mulata que alguna vez fue de mi mamá.

Me acuerdo de los fines de semana, con sábados gigantes en la tele, también de tarros de manjar comidos a cucharadas juntas. Las cazuelas que sagradamente le cocinabas al tata. Los regalos de cumpleaños con su correspondiente tarjetita de saludo, todas las Navidades que pasamos juntos como familia.

También cuando acompañaste a mi mamá cuando el Ivancito llegó a nuestro hogar, y ella se tuvo que operar, y tú, te preocupaste de cuidarnos y asegurarte de que todo anduviera en orden.

Todos los llamados de teléfono, semanalmente, para saber con regularidad “cómo estábamos todos” y te alegrabas tanto de escuchar un “todos bien, weli”.

Otros recuerdos que se me vienen a la memoria, son cuando con mi hermano Esteban te molestábamos poniendo el servicio de la mesa en forma de cruz para que nos dijeras “canutos”.

También, te recuerdo por tu afán de decir hasta el último tiempo tu orgullo por ser telegrafista, y hasta hace poco nos hacías demostraciones de tus conocimientos.

Otra anécdota, fue cuando fuimos a México, con el propósito de que al fin conocieras a los charros que tanto te gustaban y te perdiste entre los gringos, a quienes les contabas que tenías “tri nietecitos”; aludiendo a la cantidad de nietos que éramos en ese entonces.

Abuelita, quizás al final, me costó un mundo comprender todo el revoltijo de emociones que te embargaron; nunca más pude penetrar aquel ensimismamiento que te envolvió luego de la partida del tata el año 95, y de la cual jamás te recuperaste.

Pero no importa, me quedo con todo lo bueno y agradable, o sea, con la weli malcriadora, fanática de los dulces, de la coca cola y la Fanta, la weli que desde hace tiempo nos decía que volvió a ser niña, la weli que se caía en caso todos los lados donde íbamos, la weli preocupadísima de sus nietos, la weli coqueta y cartuchona que sale bien en todas las fotos, aquella Michel, incondicional de su rol de abuela.

Me quedo con todo eso y mucho más, y te deseo desde el fondo de mi corazón y sinceridad, que después de 16 años de viudez (y quizás con tantas ganas de huir con tu viejito pronto), que esta etapa que empiezan juntos, otra vez, sea plena y armónica.

Gracias, porque nos tocó vivir este árbol familiar juntos, y ya iremos develando el para qué de tantas cosas. Gracias porque sin ti, ni uds. juntos, nadie de acá, sería lo que es en este momento, para bien y para mal, gracias por todo.

Cuídense y ámense sin reparos, nosotros desde aquí les deseamos un buen viaje weli y tata, los queremos todos mucho.

 Un abrazo fraterno,

P.




Brevísima lección de Ancestrología

La Ancestrología es una reconexión con el destino de todas personas que estuvieron antes. Tuve que ver y honrar todos estos pequeños milagros que sucedieron para que yo existiera...Si tú sanas, todos sanamos contigo. Entendí que las palabras más poderosas para sanar mis relaciones son: lo siento, por favor, gracias, te amo. Si aprendí a ser un ente rabioso, también puedo aprender a ser amoroso, si aprendí a sufrir, también puedo aprender a ser feliz (Pedro Engel)

Para recordar

De las personas vulnerables, que cualquier cosa puede herirlas, se dice que son sensibles. No, la verdadera sensibilidad es una abertura total al mundo divino, es decir, a la belleza, al amor. No debemos confundir sensibilidad y sensiblería, que sólo es una manifestación enfermiza de la sensibilidad. La verdadera sensibilidad, por el contrario, es un grado superior de la evolución que pone al hombre en contacto con las regiones celestiales y le permite vibrar al unísono con ellas (Omram Mickäel Aïvanhov)


Respaldando nociones después de mi cumpleaños 2010

Aún con sueño y todo escribo, porque quiero plasmar de mi puño y letra lo feliz y agradecida que he estado y sido este último tiempo. He comprendido poco a poco y un paso tras otro el valor del amor incondicional. Siento que he aprendido a amar a las personas desde su esencia y no desde mis expectativas. Agradezco ese energía que me ha iluminado y me ha guiado en el camino de la templanza y armonía interior. Quiero expresar mi alegría por el día de ayer. Decir que tengo buenos amigos, a quienes les agradezco infinitamente su cariño y buena onda, de todo corazón. Sentí realmente una atmósfera de alegría y paz, algo que anhelo para mi vida en general.

Presiento que voy por una buena senda para encontrar mi nicho de amor, cariño y entrega. Creo que he cimentado un buen camino para cosechar y eso me alegra profundamente. Solo quiero llenar esta libreta de buenos momentos y sentimientos que me hagan sentir orgullosa y feliz de mí y mi entorno..."Cualquier día es el mejor momento, increíble tentación es el amor"...


Gracias al responsable de todo este buen momento. Me siento ahora yo responsable de tomar las riendas de mi destino y hacer durar esta buena racha y esparcirla por el mundo.

Esto es lo que me nace

Poder decir cómo me siento es una amalgama de asuntos pendientes, de miedos claroscuros y de una gran intencionalidad de avance, pero de una inercia y paralizaciones recurrentes. Alguien a quién ansío hace un tiempo, me sugirió que me diera otra oportunidad, que analizara desde la esencia de la sensatez (que no tengo), la situación que me envuelve, ciega y ahoga, para poder decidir entre tantas opciones contingentes, que me atraen, me recorren, me dan esperanza, me hacen imaginar, proyectar vanalidades, pero también cumplir, quizás, un sueño inconcluso, nacido desde la imaginería de infancia.

Hace tanto tiempo que no sentía tanta incertidumbre, ni tanto replanteamiento junto. Es una pésima mezcla, sobre todo cuando hay personas ingenuas y merecedoras de grandes logros en juego. Y la decisión, precisada en alguna acción, llamado de teléfonos, alguna señal de vida, para ser eternamente visible en el recuerdo de otro, que insiste en responderme con absoluta madurez racionalizada, con el fin de no arrepentirme de algún arrebato amoroso, pasional, lleno de vida y ganas de lazarse al vacío, para, especialmente, no arrepentirme de no haberlo hecho alguna vez. Más aún, cuando desde la impaciencia, presiento grandes aspiraciones de descubrirte más y más, que vuelvas a envolverme con tus maneras, con tus manos y tu voz. Con tu forma y contenido.

Son emociones contrapuestas, ambivalencia absoluta, exquisito interés en volver a verte…

martes, 14 de mayo de 2013

la ironía misma


- Cariño, dime algo con Amor.

-    ¡¡¡ AMORFA!!! 

Pensamientos

Podría regalarle mi vida a quien la valorara más. Es que se me hace difícil pensar una bonita teoría para convencerme que el mundo en sí encierra (y oculta) lo más lindos secretos, y que vale la pena seguir, quemando calendarios y esperar un día, que no sé cuál es, para poder con certeza gritar que soy feliz.

Es que me agoto, me canso, me aburro de recorrer un día a día perpetuo, cargado de las mismas caras, los mismos horarios. No me sirven los consejos de sensatos que sólo recriminan mi indolente manera de ser. Pero qué es ser…a qué se refiere la esencia, a que cada uno de los cientos de millones de trillones de personas es único y especial. No lo creo, creo que todos somos unos humanos, una especie animal hiper racional que calcula y planifica su vida esperando ser anciano para poder vivir en paz.

A la vez, si todos son especiales y espectaculares, para qué estoy yo, quitándole comida y puestos en la universidad (especialmente en la mejor), a quién se desviva por él.
Porque me cuesta ver un propósito, me cuesta planificar y ver un buen fin. No tengo fantasías vocacionales, ni ganas de inventarme uno, sabiendo que detrás no existe más que un vacío, que destruye cualquier atisbo de seguridad y estabilidad, aún más, cuando estoy convencida de que la marcha vital al fin sustituyó esa monotonía que no tiene espacio para un discurso, sin que termine alejando a quienes necesito lo escuchen, lo entiendan (imposible), y luego de ver en mis ojos unas lágrimas incomprensibles, cargadas de desolación y angustia, agoten mis pensamientos con un insustituible ABRAZO, que borre la seguidilla y el caudal de pensamientos, (pensamientos, pensamientos), imprecisos, crecientes, abrumadores, de que agarre un cuchillo y dibuje en mis brazos y en mis piernas, motivos para olvidarme por un rato. Momentos después, descargada de una presión consistente y dura, podré, en medios de sentimientos infantiles, sentirme frágil, dispuesta a dormir, a que alguien se acerque a tocarme la cabeza y a decirme que nada grave pasará si me mantengo en un estado de sutileza y quietud.

Esperando que me lleven de la mano para cruzar la calle, donde no existen flujos de conciencia totalmente críticos e infundados, sólo maripositas volando, y momentos para pasarlo bien.

Y miro afuera y veo un sol al cual le quedan 2 horas para esconder y luego volver. Qué puedo hacer que cambie los rumbos y las rutinas típicas de un domingo primaveral. No tengo idea; día de incerteza y circular. A veces te amo, y otras tantas te odio, yo sé que te amo más que nada, pero sólo, (por ahora), necesito ser tú único objeto de atención, aunque sé que probablemente, en menos de diez minutos, mi  discurso te habrá alejado.

Escribo, porque sé que contar lo que me pasa, es sólo un llanto eterno. Un lloriqueo (para algunos), sin pies ni cabeza, un momento de buscar la atención del mundo, aunque sea un ratito. Contar lo que me pasa, es como abrir una llave con agua sucia. Es atreverme a contar historias horripilantes, que espantan a quienes tienen su vida resuelta. Es ser sincera conmigo misma, y decidirme a mostrar mi “liderazgo negativo”, aquel que todos quieren ocultar en libros de autoayuda y frases compradas escritas en fabulosos best seller que por un momento (corto) te quietan el alma.

Abrir mi boca, es verter en un vaso, un líquido insípido para los que viven disfrutando, o para los que mansamente siguen la continuidad de la vida, sin despotricar de repente al mundo, a los desconocidos, a las imágenes publicitarias de familias rubias y felices en verdes praderas perfectas.

Escribir ahora, es tratar, intentar de mostrar que no existe la censura. Que hay cosas que nunca se dicen, que son tabú. Como que la vida no tiene sentido, que la gente le inventa (no sé si los cree en momentos desoladores y solitarios) varios, involucra divinidades, por ejemplo.

Pareciera que este mundo está hecho sólo para los felices, los que viven tranquilos, comiendo, durmiendo. Yo me inquieto todo el rato, por el futuro, porque nacen mil niños en 3 segundos, porque no sé porque tanta humanidad por todos lados. A qué vienen, qué cosas tienen que hacer, qué otros motivos inventarán.

Me deprimo, me inquieto y digo abiertamente, que estoy en contra de la maternidad. 

Infancia en el olvido


Infancia en el olvido

Cómo olvidarte niña dormida 11
Cómo olvidar la cuna  perdida. 11
Cómo recordar mi vida pasiva 11
Y despertarte llorando afligida 11

Revivir en  instantes la ternura 11
En los brazos de mi madre segura 11
Escuchando el canto de hermosura 11
Que me evoca a la bella criatura 11

El regreso

Para Irene aquel período fue el más difícil de su vida, fue un tiempo de espera, de anhelos, de ausencia infinita. Manuel se marchó de un día para otro, dejando un vacío inmenso en el pequeño espacio que ambos compartían en la serranía. Irene arma su vida tal como solía hacerlo, se levanta y blasfema contra el gobierno.
-Siempre son los pobres los que pagan por los decretos, son los utilizados para apoyar lo innecesario. Son las manos que se tiñen rojas, aún cuando sus mentes vomitan de vergüenza.  Maldita guerra, tristes guerras si no es amor la empresa…tristes, tristes.- dice Irene mientras cuelga la ropa y una lágrima verde se asoma en su mejilla.
Hoy día se cumplirían cien años de su matrimonio. Años de desolación y espera, de anhelos, de ausencia infinita. De Manuel nada sabe, no sabe nada de nadie, se alimenta pensando en él. De recuerdos inconclusos, del día que fue a dejarlo a la ciudad, donde le prometió a la vuelta una huida, un viaje sin fin.
El tiempo pasó y pasó, Irene vive en un círculo, no envejece, nace y repite lo mismo, cuelga la ropa y blasfema, pasan cien años y todo vuelve, su mente revuelta revive un encuentro, una  cita, donde Manuel regresa y la montaña crece.
Irene entra en su hogar, mira el horizonte y piensa en la soledad. En abandonos, en su mente perturbada y Manuel de fondo. Sigue avanzando la vida, siguen los retrasos, la melancolía. Un día cualquiera, cae una nube, misiles rebotan e Irene se duerme. Se levanta y prepara su comida, cuelga la ropa y mira el cielo: hay una nube menos. Con cierta extrañeza vuelve a su hogar, mira el horizonte y piensa en Manuel. Se mira en su espejo circular, de un tiempo a esta parte, único consuelo. Advierte de pronto una presencia, camina a la habitación y Manuel le sonríe. Irene se mancha verde, ojos empañados la acompañan, se acerca y lo abraza. Su esposo, su mayor tesoro, está con ella, esta vez será para siempre el retorno. Lo encerrará en su cárcel de oro, donde siempre debió permanecer.
Manuel no habla, no siente, no expresa, sin embargo su reflejo basta para que Irene lo atienda. Prepara todo, innova sus pensamientos, determina su felicidad. Le sirve desayuno, tranquilamente lo besa. Y Manuel mudo, inmóvil se queda. Siguen los rumbos avanzando, sigue Irene despierta, continúa su creciente alegría. Planea la huida prometida, haciendo vivir cada recuerdo, asfixiando sus pensamientos.
Mientras, Manuel espera en la habitación, tal como llegó, nada ha cambiado en él. La misma vestimenta con la que se marchó, alrededor bandejas con desayunos pretéritos, un cubrecamas desteñido con tintas verdes. E Irene preparando más panes, más leche para su marido. Y todo está igual, ella se mueve por él, todo lo hace para él, y él, quieto, mudo y ciego.
Irene, sigue con su rutina, repite lo mismo que mañana, igual que ayer. Reparte besos, leche y pan, cuelga ropa y sigue en el cielo una nube menos. Una lluvia de misiles ataca el lugar, uno sobre la casa la hace volver atrás. Un espejo circular roto, Manuel desaparece de la cama, una notificación del ejército: su marido ha muerto. Una nube regresa a su posición e Irene bajo tierra reclama por su situación. La montaña crece y una casa se muere. Deshabitada y solemne.

Solo por diversión

Me di el fuckin´lujo de tener un encuentro furtivo y casual, en la cama de mi ex.
Fue estupendo, fue maravilloso, casi irreal, entre chelas, y abrazos, pudimos compartirnos una vez más, desde que ya no estamos juntos, desde que su vida giró y ahora busca nuevas mariposas que cazar, mientras yo te odiaba constantemente, día y noche, no dejando que mis celos se holgarán tan sólo un poco.
Y ahí fuimos y allí quedó. Nuestra noche y nuestra mañana, intacta e infinita. Llena de besos, abrazos, más besos y ternura, fresca y lista para dejarse querer y acariciar por quien te conoce, para bien o para mal, absolutamente TODO. Conoce cada uno de mis minúsculos detalles, mi cuerpo entero, mis mejores defectos y mis peores virtudes.
Fue glorioso, fue único y necesario, entre el sueño y la realidad que se convertía lentamente en lo profundo de ti.

Michhh

Debería arrepentirme de lo que pasó. Hoy es de esos días en que no sabes dónde estás parada. Todo parece un tren que corre rápido y va lejos, pero yo estoy quieta, impune a todo apuro de alguna necesidad vital, incluso al hambre y lo más probable es que al amor también.
Lo de ayer fue una excepción, realmente excepcional, por lo menos eso es lo que creo yo (hoy por hoy). Puede que ya empecé a convertirme  en esa adulta, casi inservible que de pronto se deja de lado y se permite tener sexo voraz y feroz con quienes aún no conoce del todo. Siempre temía esa “futura” realidad que ya se hizo presente. El alcohol, quizás. Pero estoy segura que no cumpliré el “no volveré a tomar así otra vez”. Y qué, si en cierto modo me gustó. Me gustó esa complicidad, esas ganas desenfrenadas de sentir solamente placer. Esas siniestras ganas de tocar compulsivamente un cuerpo masculino desnudo. Y dejar que paralelamente me toquen sin remordimientos a mí.

la femeneidad me atormenta

Siento que todo este tiempo juntos ha sido en vano, y que ni siquiera al hablarme muestras el cariño que alguna vez pensé, sería infinito. Ya no sé si seguir luchando o atreverme a tomar una decisión y volver a empezar una vida en solitario. Es que el vacío se me ha vuelto una sensación conocida y es tan profundo y tan triste que no sé si podré sostenerme sola cuando ya no haya vuelta atrás.
Creo que tienes una vida mucho más resulta que yo, con una familia que puede entregarte lo que yo nunca podré darte, ese sentimiento de pertenencia que yo intento renegar, por diferenciarme de cosas que me molestan de la mía. Y siempre tienes planes que puedan acogerte y me siento un estorbo necesario, me gustaría creerlo, pero me siento patética esperándote tardes enteras, mientras tu tienes un mundo que intenta seducirte para agasajarte mejor que yo. Y quizás si lo tomé como una competencia, pero es evidente que jamás me escogerás a mí, porque la naturaleza humana es así, y no puedo sentime tan tonta de creer que yo te atraparía y seríamos solo tu y yo, en medio de este caos que nos une y separa a la vez.
No es la primera vez que pasa, y me doy pena, se me cae mi seguridad, que nunca tuve, sintiéndome disminuida por cada alzamiento de palabras que me dices. Todo mi mundo se va a la mierda, todos los planes que yo he trazado en mi interior contigo, y que nunca supe si tu tenías interés en realizarlos a mi lado, son solo fascinaciones que alguna vez llenaron mi alma de expectativas de un futuro ojalá muy cercano, en el que solo te veía amándome cada mañana, sin nadie más que pudiera impedirlo, ni familia, ni mujeres, ni faldas, ni amigas tuyas, ni amigos míos. Sintiéndome hermosa, inteligente y amada profundamente por ti.
Y la verdad es que mi mundo interior son puras creaciones de un futuro prometedor, no sé de donde las saco, y pensaba que tu harías lo mismo, lástima que superan el presente y tus ganas de permanecer a mi lado. Cuántas veces te suplique que en vez de gritarme, retarme o hacerme creer tonta y llorona, o recriminarme que me parecía a mi mamá, solo necesitaba contención, un leve abrazo y un beso en la frente.
Siento que nunca nada podrá calmarme y sólo yo, tengo que aprender a estar sola.

Un futuro resplandeciente sin una mujer insoportable,

Yo.

La espera...

7.50 am y lo veo, está siempre allí, intacto. Amaneció nublado, se puso esa chaqueta gris que me gusta, le inventé los nombres que quise, a veces está triste, otras cansado o  más animado, pero hoy, está estudiando, repasando quizás qué. Imagino que algún día me hará existir, por ejemplo que  olvidé el reloj y tenga que preguntarme la hora. O que una tormenta implacable lo obligue a pedirme cobijo en mi paraguas para dos. No sabe que memoricé su rostro, tampoco que me hace feliz el día. Sólo sé que son las 8.10 y no me importa llegar atrasada. 

Combinación a Estación “Mi punto Favorito

Estación Santiago a mis pies. Inicio de la travesía: orugas y rugidos de motores,  hormiguitas que recorren rutas discontinuas, diversas, fugaces; puntitos oscuros o alegres que revolotean en una cuenca montañosa. En el aire melodías junto a cuadros cambiantes; mamás, niños, adultos, estudiantes, congéneres que siguen  el trapecio de la vida. Andenes, túneles, escaleras, luz solar, símbolos, colores en una maqueta que tiene un solo destino: Estación tu Casa. Y sigo la ruta entre el mar de puntos que me acoge, unos cantan, otros gritan, otros sonríen, otros maldicen. Estación terminal: los brazos, la sonrisa de mi punto favorito, TÚ.

Instrucciones para amar a un ángel (María Teresa Calderón/Vida de Perras)

Instrucciones para amar a un ángel

En primer lugar, la afectada por la presencia de un ángel se dará cuenta del hecho en seguida.
Encandilada por un hombre cuya voz jamás había oído, le parecerá perfectamente conocida.
El brillo inquietante de unos ojos que la miran, le hará creer haberlos visto desde siempre.
Sobrecogida por el ritmo de una baile una tarde de lluvia, usted perderá el sosiego de por vida.
Entonces sus sueños empezarán a llenarse de mares encrespados y cielos que se nublan repentinamente y lluvias que se desatan y vientos que se la llevan en todas las direcciones.
Usted, desde ese mismo momento quedará a la deriva, perdida, sin brújula, sin voluntad y sin memoria.
Los ángeles no son concientes de su angélica condición, por lo tanto, seguirán actuando en forma natural y humana.
Por lo general los ángeles son poetas. Los ángeles suelen llamarse Tomás, Alfredo, Raúl, Carlos, Antonio, Roberto, Pablo, Andrés, Rubén, Gustavo, Diego, Manuel, Juan…
Cuando se encuentre con un ángel, debe hacerle prometer de inmediato y delante de testigos, que más adelante, que tal vez, que algún día, que en la próxima vida…
Los ángeles suelen quedar prendidos en la piel, tatuados en la memoria, abrazados a su corazón, cantando en su alma la música del paraíso.
Para amar a un ángel hay que visitarlo en los sueños; acercarse despacito y hablarse lentamente. Los ángeles se asustan con facilidad al ser reconocidos.
Cuando se enamore de un ángel, usted tendrá que resignarse a que ése ángel jamás se va a enamorar de usted.
Porque no todas las mujeres tienen en su destino encontrarse con un ángel, porque las mujeres como yo que se enamoran de los hombres como tu están perdidas porque en realidad usted no es una mujer sino una triste Ángela caída en la desgracia de un amor tan grande.

María Teresa Calderón
Vida de perras.

mi primera deserción (relativamente) seria


Comprobante de Solicitud de Cambio de Situación Académica

El  presente  documento  certifica  que  el  alumno(a) P. número  de  matrícula  27001905  de  la  carrera PERIODISMO LICENCIATURA  EN  COMUNICACION  SOCIAL,  ha  ingresado  una  solicitud  que puede  significar un  cambio  de  situación  académica.  La  situación  académica relacionada es RENUNCIA  A LA CARRERA. La solicitud ha sido ingresada el día 14/05/2007 a las 08:04:21 hrs. y corresponde al período académico 2007. 

Ud no posee correo electrónico ingresado en el sistema, por lo tanto no recibirá los

avisos referentes a la resolución de su solicitud.


Secretaría de Estudio
Universidad de Chile
14 de Mayo de 2007

y todo sigue igual en esta puta ciudad...

Y todo sigue igual en esta puta ciudad, aunque los rascacielos engendren apurados, el mismo paisaje y todo igual. La amarga cara de los buses, que aún no explotan por el colapso. Los mismos pasos impacientes que corren para llegar a tiempo, a cumplir con el horario de siempre. La mañana triste, oscura, pronósticos helados, rutinas incansables, abusadoras. Ni un mínimo rastro de calidez, ni siquiera una mísera sonrisa. Una vertiginosa paz que pueda detener este stress, este infierno urbano, este caos vulgar.

Y qué va…nadie se interesa realmente por su propio bienestar. Y qué…y qué…y qué más da…un nuevo atardecer, NO es una nueva oportunidad, es que es muy difícil abandonar un mugriento retazo de la costumbre. El supuesto equilibrio, similar al más drástico cáncer terminal, no permite un mínimo cambio en la mañana; un gesto amable desconcertaría este orden, que desde entonces decidió mandarse por sí solo e imponer su letargo hasta que su propia muerte lo separe. O quizás un mínimo llamado telefónico, a quien siempre he querido, y que de un tiempo a esta parte dejó de corresponderme. Un llamado fugaz, inconstante, coqueto y sin propósitos, sólo saber en qué estás, fingir que soy ajena, desde ese mismo entonces, a tus besos, y que ya todo será mejor…evidente que sin ti…pero qué va….a quien le importa, para qué mentir. Sigo inmune a burlar este sistema, al que vergonzosamente temo, y al que suelo despotricar, en noches de copas, más copas, y un poco más…

Y qué va…otra semana más, se me fue el sábado, y el domingo, jodida y aburrida en la inmensidad de mi misma, pensando que mi pequeñez es inmensa…casi abandonada dentro de mis formas, pensando que lo único que me falta eres tú. Complemento perfecto de un domingo, abrazos certeros, palabras sensuales al oído. Y quieta, entre sábanas, con ganas de sexo, con ganas de ti.

Lunes otra vez, apareciste sin tu invitación, sin modales, sólo entraste sin mirar, y yo esperando a que te acabes pronto, escuchando taladros que siguen pariendo cemento, murmullo lejano, caras sin vida y yo queriendo un sábado próximo, pensando que esta vez seré valiente y dignaré mi honor a llamarte y hablar cinco minutos a invitarte a salir, y tomar unas copas de más. Seré heroína de mi mapa urbano…luego, sentiré en mí el recuerdo de haberte tenido, en mis sábanas, en mi piel, y podré, con descaro y energía despotricar sobre esta puta ciudad…claro…al menos que me digas que sólo me quieres como amigo.

Y qué?...y todo sigue  igual, y todo sigue igual…

El paso del tiempo

¿Serías capaz de definir el paso del tiempo?...
De darte cuenta que "lo pasado, pisado" y que todo es de una marcha implacable, de un misterio, de un abrir y descubrir, a veces violento, y que el vértigo se avecina, asciende y te obliga a seguir adelante, a vivir de la mejor forma posible...de dejar recuerdos, recuerdos que solo eso son y que pueden desligarse según queramos, supuestamente, porque el olvido tiene vejez y yo me hago cada día un poco mas olvidadiza, con tantas cosas que aprender, recordar, olvidar, pretender mantener intactas...definitivamente de recuerdos no se vive, pero ayudan a continuar el camino. 

No podría decirte que el paso del tiempo me ayuda, me afirma o reafirma, es algo que al parecer me acuerdo, y si es que no me equivoco, fue de esa y no otra forma...son leves instantes de lucidez, donde puedo extrapolarme al pasado y vivir de nuevo, puedo acordarme de aquella vez, de ese recuerdo que a veces me avergüenza, que puedo saberlo solo yo, que esa arista es la que preferí recordar....puede un recuerdo revolverme la guata y apretarme el pecho, puede su esencia hacerme llorar, es tan larga la sensación, tan intacta...recuerdos...¿qué son?...

Nada más que un viaje corto, fugaz y esporádico a mi niñez, mi niñez que fue un presente eterno, que fue una etapa previa a mi adolescencia, a la entrada a mi cárcel de juguetes…vuelvo atrás y veo a mi madre, no la veo, solo siento que está, imposible que no fuera así…me llevaba al jardín en la mañana, que quedaba cerca de su trabajo, comía chiquitin, tenia un amigo que era más grande, me balanceaba en los recreos, le contaba cosas de mi familia…inventábamos autos que nos trasladaban por el jardín, el día jueves iba a una tía a cantar…me daba vergüenza cantar...tomaba una muñeca y había que creerse mamá (eso sí que lo hacía). 

Aparecen algunos fines de semana en la casa de mis abuelos, las peleas por llevar la silla de ruedas y a mi abuelo, por cierto, en la feria, a comprar los yesos para ponerse a pintar toda la tarde, los cabellitos de ángel del día viernes en la noche…las películas de terror, las pelelas, la televisión española de mi abuelo, los ricolates en el ropero de atrás, las uvas de la parra…ay! 

Qué cruel, qué rápido, qué ganas de vivir, solo un día en el ayer, de refrescar empíricamente y empaparme de esas sensaciones de inocencia, de desinterés  de ánimo, de dejarse guiar solo por las decisiones de un adulto, que sabe lo que hace y que nunca te hará nada. Darle la mano a cualquier adulto responsable que te guía por las calles para caminar. 

Mi dulce niñez, qué daría porque me regalaras un día. Mañana, no lo sé. Pero por qué te apareces hoy, quizás debe recordar mi esencia, mis formas más simples, mi carácter sin remordimiento. La niña chica, con lentes, de la voz ronca, la que hablaba lento, la que rayaba cuadernos enteros con firmas inventadas, la que no sabia qué cresta pasaba en este mundo, de contingencia, de actualidad, de frivolidad. 

Por qué nos han de regalar aquellos días de almíbar en el albor, por qué no intercalados, en etapas por medio para poder estar mas confiados de la vida, de la esperanza que sabrá cobijarme, aunque nuevas atrocidades se cometan día a día impunemente. 

Increíble cómo el calor de una madre pueda llevarte a un nido tan protegido que sientas que nada, nunca en la vida pueda pasarte alguna vez…

Y aquí estoy, me veo escribiendo, con un sinfín de imágenes, nítidas  no todas, que pasan, se pasean y yo con ganas de que nunca se apaguen, que vuelvan cuando las llame, que se acerquen, que intenten vivir de nuevo…

"Este viaje..."


“El alma humana tiene aún más
necesidad de lo ideal que de lo real. Existimos
por lo real, pero vivimos por lo ideal”.
Víctor Hugo

Este viaje, o tal vez, esta aventura de viajar, remonta su contenido a la apetencia deleitable de alcanzar lo desconocido que se puede encontrar en latitudes reales o imaginarias, a las que se suele recurrir, cuando la verdad se ve agotada y cansada. Podría describirse como un presente dormido, pero con el constante y perdurable sueño de conocer más allá del ahora, de experimentar lo escondido bajo formas, que inconscientemente, se quieren abrir a una interacción con uno mismo. Y que dejan en la memoria, recuerdos y nostalgia, nuevas aperturas al conocimiento y ganas de estar “allí”.

El viaje, gana la batalla de la calidad en las experiencias. Pondera su victoria, frente a una realidad y presente atareado, dona de manera práctica, la sabiduría a un nuevo mundo, sea ficticio o verdadero, sea corto o duradero…revela, desinteresadamente, un anhelo perdurable, que muchas veces, quizás la mayoría, deja en la realidad contingente del propio universo natal, un vacío, pena y una triste e indefensa aversión por el aquí y ahora.

Este éxodo voluntario, destapa incontables formas de llevarlo a cabo; puede estamparse en la literatura, con notables travesías, como también en pequeñas ausencias cotidianas, que se alejan de lo típico y normal que rodea a diario. El viaje, sin embargo, puede ser mucho más que eso, tiene la facultad absoluta de ser nuestra existencia entera, si es que hay un deseo de enfocarlo en ese aspecto.
La vida es un viaje, este viaje trae consigo una maleta vacía, pasajes sin destino, y una meta por alcanzar, con una enseñanza por descubrir.
La vida es un viaje, que se acompaña de muchos más. Quizás con la lógica de dilucidar el más complejo, el que hay que tomar para llegar a la providencia.
La vida es un aprendizaje, que utiliza el viaje, como método para adquirir los conocimientos suficientes y necesarios de un resultado fructífero y valeroso.

Sea como sea, las huidas tienen un trasfondo común, de querer alcanzar, casi, lo inalcanzable, de merodear por el misterio de la lejanía, para olvidar por un momento lo mundano del escenario tradicional en el que se actúa. Por lo tanto, hay una conciencia real, que implica la comprensión de un regreso. Que encierra un retorno inevitable, que da luz a la más vacía pena que se puede llegar a experimentar. Entonces, aflora una contradicción, puesto que tarde o temprano, estando  ya de vuelta, nace la nostalgia, nace este odio que se cree perpetuo, nace la sensación de pérdida; de querer recuperar lo que la ausencia  robó, cuando se visitaba.

La tristeza acuchilla con el vivo recuerdo, de una peripecia a otra dimensión paralela.
Jala el gatillo al presente, que quiere evadirse y devolverse al mundo nuevo descubierto.
Afila los recuerdos, para herir la memoria y la mente. Torturarla con vivencias y situaciones, que alegran de por vida la rutina.
Y eso sucede, en cualquier circunstancia del viaje. Pasa, infringiendo la cualidad y propósito de aquel.
 ¿Quién no sufre por el término de una novela que retrata una travesía contable?
¿A quién, no le duele la marcha imparable del tiempo y un ritmo de vida apresurado, luego de una estadía provechosa en lugares que marcan?
¿Hay alguno que disfrute el retorno de un paseo fascinante?

Lo que se puede llegar a sentir y experimentar, es muchas veces, impreso en el ser. Pasado y cicatrizado el dolor descrito, se vuelve a la normalidad, quedando una lección empírica, que revive cada vez que se quiere, a través de relatos y pensamientos, que avivan alegre y entusiasmadamente el contexto en el que se vive ordinariamente.

Por lo tanto, se puede hablar de un deseo del género humano, consistente en ir en busca del más allá. De no permanecer todo el tiempo, todos los períodos, toda la vida, en un mismo lugar; la existencia de una brújula que guía las ambiciones, y las encuentra fuera de lo real que se conoce como normal o modal. Todo con un fin basado en la adquisición de nuevas vivencias, cargadas de conocimiento, cultura, belleza, emocionalidad, etc.
La conquista de aquellas recompensas de viaje, puede también remontarse a un lado oscuro, que se vive en una involución del ser, en vez, de la evolución de éste. Sin embargo, en la mayoría de los casos, funciona más el desarrollo que la limitación. Es más común, encontrar aprendizajes positivos, que lecciones nocivas; y que probablemente, encuentra su fundamento en la simple razón, de que un viaje, en su albor, se plantea con un propósito digno.

El viaje, es el realizador de algunos ideales, que tiene una estructura que no excluye la congoja, pero que sin embargo, deja y regala experiencias, que probablemente, serán difíciles de olvidar, es más, tratarán de aliviar la vida, cuando las cosas no marchan bien, transformándose, en abstracciones, que regresarán a la emoción del recuerdo, como si estuviera vivo, actualizándolo, llamándolo para el auxilio.

Este viaje es crucial para la creación de una vida plena, para retener contenidos, y darse cuenta del estado de la propia verdad y realidad, con la de una latitud o dimensión, “correctamente” distinta. “Correctamente”, porque de ahí, de la perfecta e infalible diversidad, viene la distinción entre una cosa y otra, para un conocimiento y aprendizaje verdadero. Si todo fuera igual, no sería lo mismo el viaje, sería encontrarse con lo equivalente. No tendría sentido.

No hay nada más triste que la vacía pena del viajero que regresa. Aún así, no cabe duda alguna que es una de las mejores experiencias que se pueden lograr. Con lo descrito anteriormente, no hay dubitaciones en plantear que un viaje, encuentra un sentido bello y sano, que colabora con el alma humana y su infinita búsqueda de convivir con lo ideal, más que con lo real.

Amores pasajeros y latentes

Qué hacer cuando sientes que vas lentamente cayendo en el vicio del amor. Cada día un nuevo paso y una nueva pista para darte cuenta que ese sentimiento inefable es capaz de cambiarte el ánimo en un segundo y hacer que las sonrisas sean inherentes a ti.

Estoy en ese estado ahora, con la cabeza en cualquier parte, soñando un encuentro inminente contigo, una salida a cualquier lado, donde pueda de una vez dilucidarte.

Mi carpintero favorito, son las circunstancias, quizás “culpables” de que no me atreva a entregarme, aun así no he podido deshacerte, olvidarte y no recordarte. Allí esta tu figura, tus ojos y tu voz, haciendo eco a mis actividades, a mis pensamientos.

Todo por hoy tiene un sabor dulce, quiero verte luego, quiero abrazarte y que me abraces como la primera vez. Reírme de tus gestos, tus movimientos, tus actuaciones. No he podido nunca conocer a quien más perfectamente sepa entregarme su cariño y su ternura como lo hiciste tú. Con desinterés y compromiso, con ganas de volverme a ver y no perderme más.