Creo que mi mayor placer en la vida, es simplemente viajar, viajar, viajar...lo descubrí cuando estuve en el Caribe por primera vez, y sentí que podía vivir de eso, que podría estar todos los días de mi vida conociendo lugares y conversando con desconocidos, en otro idioma. Observar, desde mi ignorancia, pero con mi apertura mental, cómo las diferencias pueden convivir en espacios que insensatamente han sido circunscritos a un país específico. Creo que fue la grandiosa sensación que sentí cuando tomé el primer avión por primera vez, y siendo una niña, me embarqué a Venezuela a descubrir que habían grandes horizontes abiertos y por descubrir...los viajes son mi salvavidas cuando presiento que estoy a punto de explotar, a punto de desistir, a punto de olvidarme que existo aquí y ahora. Son mi refugio, mi esperanza de vida. Si pudiera vivir de eso, no dudaría en embarcarme y definitavamente a afirmar que he encontrado mi vocación (no legítima)...pero esto mismo, me hace pensar que, quizás, es mi secreto, y que puedo vivir mucho tiempo después del regreso, pensando y reviviendo la pasión de cuando estuve "allá". No sé, quizás reflexiono sobre esto, porque claramente, necesito un viaje....
Esto es una caja de recuerdos, de papeles resquebrajados de antaño, de tanta memoria vertida en palabras que alguna vez forjaron lo que sería...son luchas constantes, citas recurrentes...no obstante, presiento que de todos modos, a pesar de tanta revuelta personal, la crisálida que siempre he sido está a punto de identificarse consigo misma para luego tan solo ser...son trozos de mí sin ninguna pretensión...bueno, quizás sí (llamar tu atención).
lunes, 27 de mayo de 2013
el placer de tirar la cuerda
Esta es la situación que vislumbro, entre tantos residuos de antaño, me veo a mi misma, con toda mi feminidad, tirando la cuerda, esforzándome por ganar, por demostrar que soy un roble, que no es en vano tener una musculatura fuerte inherente, que mientras más tiro, más energía dedico a vencer, pero no por creerme mejor, solo por demostrarme a mí misma que puedo, que puedo hacer esto y mucho más. Y ahí me veo, a ratos apoyada por un sinnúmero de amigas que me ayudan a no decaer, a seguir tensionando situaciones y recuerdos, que me gritan que puedo, que no me rinda...y yo, tiro, me arden las manos, pero no me importa, porque sé que valdrá la pena llevar una marca si es que gano, si es que me veo una vez más en el podio que he ideado para mí, en este podio donde suelo ganarle a mis caprichos, a la desgana constante que venzo con mi (a veces) pretendidas sonrisas y aparente superficialidad cotidiana. Así como también, donde sé que llegaré a la bendita meta, así como lo hice cada vez que necesité meditar y purificarme, cuando gasté las zapatillas y llegaba iluminada después de una carrera mental en la que nunca fallé. Sé que podré, sé que nada fue en vano, sé que todo ha servido (aunque a veces me cueste creerlo), sé que siempre quedará un grito de aliento, sé que el sudor me acompaña siempre previo a una satisfacción. Gracias por el pasado, por todo lo que he vivido, para bien y para mal, mi premisa es que algún día descubriré todos los "para qué" que alguna vez me devanaron el alma y angustiaron aquella realidad presente que propició ese futuro que aún no termino de comprender. Lo mejor, al menos, por ahora, es nutrirme de tanta incertidumbre, dejarme llenar para luego avanzar e ir de a poco desatando ataduras y sintiéndome cada día un poco más libre.
Los lugares a los que quiero ir
Para que no se me olviden...los encontré en una libreta vieja que quiero reciclar:
La Península (Belice): muy tranquilo y chiquitito
Placencia.
St. John (Belice): más caro pero precioso.
San Juan (Nicaragua)
La Península (Belice): muy tranquilo y chiquitito
Placencia.
St. John (Belice): más caro pero precioso.
San Juan (Nicaragua)
domingo, 26 de mayo de 2013
Esta falta de coraje
Me gustaría poder entender qué pasó...saber tantas cosas que no sé si quedarán inconclusas para siempre. Saber cuántos asuntos merodean y cuántos han decantado en tu cabeza y tu rutina. No sé si es que no tengo el coraje o simplemente me dejo llevar por esta apacible inercia que nos envuelve a cada uno por separado. Quizás esperando que (siempre) el otro tome la iniciativa primero o bien, aceptando esta inefable realidad que se posó después de aquella vez. También, puede ser que no me atreva a ser abiertamente rechazada y por lo tanto, decidí escudarme antes de escuchar un "no". U, otra posibilidad, es que a ratos la rabia me hace cuestionar todo, y el desconcierto me gana y me pida paciencia para no enfrascarme en temas inconsistentes, porque puede ser, también, que todo haya sido una imaginería preciosa que me hizo creer que podría haber un plan B infinitamente feliz, pero que después de un breve tiempo se agotó, en el preciso momento en que empezó; o sea, que no fue nada. Existen tantas posibilidades, infinitos relatos e hipótesis...y es tan raro la forma en que todo se esfumó...que, por mi especial manera de ser, no puedo aceptarla y posarme tranquila en mi comodidad. Puede ser que justamente, seas tan increíblemente sensato que tengas estas recetas mágicas para que todo cuadre al fin y al cabo, después de un tiempo perfectamente calculado de mudez y desaparición planificada....puede ser. La verdad, es que si no tuviera tantos asuntos pendientes, exigiría un acuerdo resolutivo con urgencia, pero tampoco me quita (tanto) el sueño...es que tanta extrañeza, por vez primera, me hace darme vueltas en lo mismo sin salidas, sin retardos, tampoco, porque nunca se fue pragmático, nunca hubo una luz que nos guiara...aún así, me llaman la atención tantas cosas, me maravillo y especulo...no sé qué espero, quizás nada...pero nada...
jueves, 23 de mayo de 2013
Rompí el hechizo
Rompí el hechizo, rompí la línea imaginaria que nos unió y que me mantuvo arrimada a tí.
Tuve la irreverencia, el desenfreno, corté las ataduras y dejé que solo las ganas me inundaran. Fue una locura, un nuevo motivo de angustia, unos segundos maravillosamente jugados al azar...no sé si gané o perdí...quizás, darme cuenta que las normas sociales me atormentan y que errar, por primera vez en la vida, no es tan terrible, pude quitar el velo y las grandes esperanzas que me fijaron alrededor tuyo...pero también, darme cuenta de la fragilidad y de lo extraña y distante que puedo estar dentro de mi misma y de tu inconstante presencia, que esta vez no me dolió. Quizás pusiste una barrera, la puedo ver, de hecho puedo ver tu caparazón que te obliga a callar y no mirar(me), puedo verte de lejos, casi diminuto, quizás apenado, no lo sé...yo me mantengo detrás de tu gran muralla, quieta, apaciblemente quieta, sin saber cómo esto sucedió, raro, muy raro, tan raro, que no puedo nombrarlo con palabras espontáneas...
lunes, 20 de mayo de 2013
Los deberes me confluctúan el alma
Debería ser la niña buena que alguna vez todos pensaron que sería, la niña capaz, atenta, siempre sonriente, dispuesta, con ganas de vivir, con ganas de recibir los deberes con ambición de logro, con las cosas claras, con las manos abiertas y con el horizonte claro...debería ser eso y muchas cosas más.
Debería ser correcta, amable, empática, conmover a mi entorno con mi mejor forma, mis discursos políticamente correctos y mis valores forjados con total vehemencia, debería haber hecho las cosas bien, haber tomado mejores decisiones, debería, en vez de estar aquí, tratando de aclararme la mente, produciendo conocimiento, produciendo fundados argumentos para seguir siendo buena alumna y estudiante. Debería motivarme con tantas deberes, tantas cosas aún por hacer, debería dejar de estar aquí, sentada tipeando asuntos que me irritan, me desagradan y me conflictúan...debería despojarme de toda carga (física y emocional) y sentirme capaz de salir a adelante de toda esta duda inmensa que me envuelve, debería ser lo suficientemente capaz de hacerme cargo de mi misma y mis razones, mis afectos, mis decisiones, mis impulsos, mis mentiras, mis anhelos contrapuestos, mi incertidumbre constante, mis llantos eternos, mis carencias innatas...
...agárrate de de mi mano, que tengo miedo del futuro, tengo miedo de mi misma, de mis incapacidades, de ser totalmente incompleta, de ser lo que nunca quise ser, de que se sigan repitiendo los mismos patrones, las mismas rutinas circulares...
viernes, 17 de mayo de 2013
Mamá
Me ha costado toda la vida dilucidar la relación que tengo con la maternidad...pero después de tantos años, siento que inevitablemente nuestro destino era estar juntas (para bien y para mal) y te agradezco, te perdono, te amo e infinitas gracias.
jueves, 16 de mayo de 2013
me estoy volviendo loca
me estoy volviendo loca, no sé cómo despojarte, detesto el deber, me cargan las ataduras mentales, la represión, nunca he seguido una norma, siempre he sido la descarriada, la que no guarda nada, la que expresa sin tapujos, loca, espontánea, más loca que espontánea...pero estoy cada día peor...ya no entiendo mucho y me cuesta creer en mí, en mis emociones, lo genuino de esta seudo esperanza que nos une...me aconsejaron conectarme con Dios, pedirle lucidez, no creo en Dios, pero quizás lo haga como un acto psicomágico. Llegaste a mi vida, me desestabilizaste mis creencias que creí eternas, me hechizaste con energía y vitalidad, con esas inmensas ganas de entregarme, con ese breve mareo, con ese cosquilleo en la guata...lo siento, me gustaría poder arrinconarme, pero cómo hacerlo si nunca ha sido mi estilo y realmente, no sé qué hacer...
quizás lo sabes, pero necesitaba decírtelo
Lo que nos une, es una combinación de deseo y aversión. De ansiedad, pero también de control, porque tampoco quiero errar. No tengo intenciones de dañarte, si dejara que mis pasiones se desataran, no dudaría en correr hacia a ti, lanzarme violentamente a tus brazos, que esta apacible tormenta se convierta en luz, no dudaría en ser tu punto de atracción e insinuarme sensualmente en tus instintos, dejándome llevar por la creciente intensidad que sentí aquella vez en tu pecho, sentir la agitación inevitable de unas ganas apremiantes que debemos reprimir...
Estoy impaciente, intranquila, autoconvenciéndome de la sensatez, del análisis, de la calma. Tengo miedo, pero también curiosidad, interés por conocerte más y más, saber quién eres, volver a reír y contarnos tantas cosas que nos unen, quiero que me escuches, que me alientes, que me mires y me hagas sentir hermosa, que me digas que mi sonrisa es perfecta, que nuestras manos vuelvan a enlazarse cariñosamente...me diste vida y luz...pero sigo inmóvil, tratando de esclarecer mis constantes claroscuros, pero te extraño, de alguna rara manera, me movilizaste y te lo agradezco igual.
retazo del 2007
Puede que alguna de las cosas que escriba se me hayan olvidado. Es
probable que me pierda en las redes de mi propio pensamiento y me exalte al
darme cuenta que ya nunca volveré a ser el mismo. Que una parte importante de
mi, se fue de la nada, de un día para otro, dejándome la impotencia, como una
solución a los problemas.
Todo había comenzado, aquel año fatídico, año paradójico, año maldito.
Mi único gran pasatiempo era salir a correr por la ciudad, levantarme
todos los días, alistarme en cinco minutos y conocer nuevas perspectivas de mi barrio donde habitualmente pasaba. Era realmente apasionante, ir mirando las
flores, los árboles perder sus vestidos, los perros vagabundos, a los cuales
adoptaba con un silbido de ida y vuelta.
Ese pequeño y a la vez gran pasatiempo, me llenaba de vida, de ánimo y
de ansias de encontrarle el sentido a las cosas.
Balada del Mal Genio (Benedetti)
Hay días en que siento una desgana
de mí, de ti, de todo lo que insiste en creerse
y me hallo solidariamente cretino
apto para que en mí vacilen los rencores
y nada me parezca un aceptable augurio.
Días en que abro el diario con el corazón en la boca
como si aguardara de veras que mi nombre
fuera a aparecer en los avisos fúnebres
seguido de la nómina de parientes y amigos
y de todo indócil personal a mis órdenes.
Hay días que ni siquiera son oscuros
días en que pierdo el rastro de mi pena
y resuelvo las palabras cruzadas
con una rabia hecha para otra ocasión
digamos, por ejemplo, para noches de insomnio.
Días en que uno sabe que hace mucho era bueno
bah tal vez no hace tanto que salía la luna
limpia como después de jabón perfumado
y aquello si era auténtica melancolía
y no este malsano, dulce aburrimiento.
Bueno, esta balada sólo es para avisarte
que en esos pocos días no me tomes en cuenta.
Ando mala....
Ando mala, anda con toda la intención de desearte el mal. Estoy envuelta y decidida a esperar una agria noticia de tu ser, algo que me haga sonreír levemente y sentirme un tanto culpable, quizás por la eficiencia de mi fuerza mental. Detesto destinar más del tiempo necesario en pensar en ti, aborrezco por sobre todo el no dejarte escapar para siempre de mi mente y de mis recuerdos amorosos, el primer hombre (real) al que he besado sinceramente, y a quien he dejado traspasar los limites en mi. Detesto destinarte una hoja en blanco, y lo que es peor aún, ser apostrófica. Simplemente no me entiendo y me inquieta saber cuando dejaré de hacer esto. Tengo plena conciencia que soy pendeja, mimada, celosa y algo posesiva, pero qué vamos a hacer. Lo hecho, hecho está y no quiero tampoco que tu experiencia sea la que me haga cambiar, yo sólo quiero que te vayas así, rápido, de golpe y violento, lejos, lo muy lejos y a mi, realmente, no me importe NADA. Pero en serio, que sea tan fácil desarraigarte, tan ligero y sencillo.
Me carga todo de ti, tu desubicación exagerada, tu angelical rostro al que solían apreciar, por su bondad superficial, pero que escondías dentro, un corazón, grande, puede ser, pero lleno de heridas y resentimiento, que no conocía lo que era la entrega absoluta o el agradecimiento por los pequeños esfuerzos. Patudo, y lo peor de todo es que no te dabas cuenta. Quien es capaz de utilizar los bienes de otro, terminar tus labores, luego comer y despedirse, diciendo que hasta luego, pero no muy luego, porque ya esto no va y mejor terminemos; quien es capaz de hacer eso, quien es capaz de no pensar en el pasado y las experiencias traumáticas para después sacarlas en cara, sabiendo que son causa de un daño feroz…sólo tu. Y ahí estás, más arrogante que nunca, asquerosamente soberbio, creído hasta la muerte, luchando por tu campo profesional. Te deseo que seas el ser más trabajólico del mundo y que tu egocentrismo te cierre las puertas de las sociabilidad. Te nuble la vista y te conviertes en blanco de evasión para la gente.
miércoles, 15 de mayo de 2013
El amor es eterno mientras dura (Carta a un viejo amor que alguna vez se creyó infinito)
20/03/2011
Te escribo esto porque sé que cuando nos
juntemos no podré hablar, ni tampoco querrás escucharme. Pero estas últimas
palabras, representan lo que quiero perdure en el tiempo, sobre la relación que
construimos durante estos 3 años de vida que nos unieron.
Primero, lamento profundamente que
estés sintiéndote mal por mi culpa, no soporto imaginarte llorando, ni pensando atrocidades, odiándome, despotricando el porqué de nuestro
pololeo. Te juro que si de mi dependiera, borraría todos tus pasares y me
entregaría entera para verte contento y confiado. Sin embargo sé que es un
proceso que tendrás que enfrentar tu solo y que a mi no me basta más que
desaparecer lentamente.
El amor y devoción que te tengo no
se borrarán fácilmente, me quedo con el mejor de nuestro recuerdo, que son
muchísimos, tu y yo juntos haciendo tantas cosas…viajando, comiendo, cocinando,
durmiendo, idas al cine, tardes de siesta, hacer el amor, caminar, tus abrazos,
tus besos en la frente, tus consuelos cuando lloré, tus voces tiernas cuando
hablábamos por teléfono, entre tantas otras.
Ay!..No sabes lo triste que estoy.
Pero confío en la sabiduría de nuestro mapa vital, y sé, que muy en el fondo,
esto es lo mejor que puede pasar para ambos. Al final, los dos nos descuidamos
tanto, que seguir intentado algo dentro de una misma rutina y contexto, era muy
difícil que pudiera resultar.
Perdóname desde el fondo de tu
corazón si es que te hice sentir mal, nunca fue mi intención. Me disculpo por
todas las veces en que “embarré tu día”, en que me enojé y amurré de más,
créeme que me enseñaste a ser una ser una mejor mujer, más sabia, liberada,
relajada y algo más cariñosa.
Espero
que estés muy bien, que logres conquistar tus futuros proyectos y propósitos,
por tu fortaleza y vehemencia, sé que serás un gran humano, hombre, hermano,
hijo, padre, esposo, tío, abuelo, estudiante, profesional, viajero, amante de
lo que haces y emprendes.
Ponle pasión a tu vida, y quédate
con el recuerdo de una relación que a pesar de sus bajos, pudo sostenerse del
gran amor que alguna vez nos tuvimos, incluso para suponer que en un futuro
incierto seríamos familia. Esta fue la primera vez que sentí un amor tan real y
puro, con la consistencia suficiente para proyectarme contigo de manera global.
Como sea, siempre llevaré un
pedacito tuyo en mí, en mi memoria y en mis mejores recuerdos de mujer y
amante.
Reflejos del enamoramiento precoz
6/5/11
Parece que la "supermoon" hizo efecto en mí y mi sensibilidad. Un día después de mi cumpleaños me doy cuenta y visualizo con claridad lo realmente afortunada que soy y la cantidad de riqueza humana que se encuentra a mi alrededor. Gente preciosa que ha moldeado mi andar. Tantas experiencias que me han hecho la mujer que soy. Estoy tan contenta, siento que vivo un tiempo lleno de luz y amor. Tengo al mejor hombre que alguna vez pensé y que ahora siento. Con él, volví a creer en que el amor de la vida existe y que los príncipes azules se concretan. Estoy tan feliz de poder compartir mi vida con él, con este maravilloso flaco que me da seguridad, autonconfianza, equilibrio y paz.
Me cuesta creer que he sido lo suficientemente buena como para merecerlo.
Parece que la "supermoon" hizo efecto en mí y mi sensibilidad. Un día después de mi cumpleaños me doy cuenta y visualizo con claridad lo realmente afortunada que soy y la cantidad de riqueza humana que se encuentra a mi alrededor. Gente preciosa que ha moldeado mi andar. Tantas experiencias que me han hecho la mujer que soy. Estoy tan contenta, siento que vivo un tiempo lleno de luz y amor. Tengo al mejor hombre que alguna vez pensé y que ahora siento. Con él, volví a creer en que el amor de la vida existe y que los príncipes azules se concretan. Estoy tan feliz de poder compartir mi vida con él, con este maravilloso flaco que me da seguridad, autonconfianza, equilibrio y paz.
Me cuesta creer que he sido lo suficientemente buena como para merecerlo.
Despedida en tu funeral querida Abuela
Querida
abuelita Michel o Weli:
Nunca pensé que tu partida dolería tanto, quisiera
poder tenerte al frente y decirte tantas cosas…conversar de la vida, escuchar
tus historias, tus creencias, tus valores más preciados, tus sentimientos de
logro, frustraciones, cuentos de juventud, amores… (Claramente nos debemos una
conversación)
Ay weli, siento que te debí tantos abrazos, tanto
cariño de piel que no supe entregarte; y ese último día, sentadita en tu silla
de ruedas en el patio de la casa, moviendo tu manta de un lado a otro, pensando
quizás en qué cosas y en qué mundo habitando. Y es que ahora me arrepiento de
tantos besos y abrazos que no supe expresarte y que de seguro te hubieran hecho
tan feliz.
Sé que las palabras no son todo y que existen otras
formas de comunicación y percepciones más profundas que algún día
descubriremos; pero quiero que sepas ahora, que desde lo más profundo de mí, lo
primero que siento cuando te recuerdo es AGRADECIMIENTO. Un gracias infinito
por haber pasado una gran parte de mi infancia contigo. Contigo y con el tata,
en la casa de Víctor Manuel, yendo al matadero con tu carricoche lleno de
frutas y comida, mientras yo iba aferrada a tu mano, y con la otra cargaba a la
Lola, la muñeca mulata que alguna vez fue de mi mamá.
Me acuerdo de los fines de semana, con sábados gigantes
en la tele, también de tarros de manjar comidos a cucharadas juntas. Las
cazuelas que sagradamente le cocinabas al tata. Los regalos de cumpleaños con
su correspondiente tarjetita de saludo, todas las Navidades que pasamos juntos
como familia.
También cuando acompañaste a mi mamá cuando el Ivancito
llegó a nuestro hogar, y ella se tuvo que operar, y tú, te preocupaste de
cuidarnos y asegurarte de que todo anduviera en orden.
Todos los llamados de teléfono, semanalmente, para
saber con regularidad “cómo estábamos todos” y te alegrabas tanto de escuchar
un “todos bien, weli”.
Otros recuerdos que se me vienen a la memoria, son
cuando con mi hermano Esteban te molestábamos poniendo el servicio de la mesa
en forma de cruz para que nos dijeras “canutos”.
También, te recuerdo por tu afán de decir hasta el
último tiempo tu orgullo por ser telegrafista, y hasta hace poco nos hacías
demostraciones de tus conocimientos.
Otra anécdota, fue cuando fuimos a México, con el
propósito de que al fin conocieras a los charros que tanto te gustaban y te
perdiste entre los gringos, a quienes les contabas que tenías “tri nietecitos”;
aludiendo a la cantidad de nietos que éramos en ese entonces.
Abuelita, quizás al final, me costó un mundo comprender
todo el revoltijo de emociones que te embargaron; nunca más pude penetrar aquel
ensimismamiento que te envolvió luego de la partida del tata el año 95, y de la
cual jamás te recuperaste.
Pero no importa, me quedo con todo lo bueno y
agradable, o sea, con la weli malcriadora, fanática de los dulces, de la coca
cola y la Fanta, la weli que desde hace tiempo nos decía que volvió a ser niña,
la weli que se caía en caso todos los lados donde íbamos, la weli preocupadísima
de sus nietos, la weli coqueta y cartuchona que sale bien en todas las fotos,
aquella Michel, incondicional de su rol de abuela.
Me quedo con todo eso y mucho más, y te deseo desde el
fondo de mi corazón y sinceridad, que después de 16 años de viudez (y quizás
con tantas ganas de huir con tu viejito pronto), que esta etapa que empiezan
juntos, otra vez, sea plena y armónica.
Gracias, porque nos tocó vivir este árbol familiar
juntos, y ya iremos develando el para qué de tantas cosas. Gracias porque sin
ti, ni uds. juntos, nadie de acá, sería lo que es en este momento, para bien y
para mal, gracias por todo.
Cuídense y ámense sin reparos, nosotros desde aquí les
deseamos un buen viaje weli y tata, los queremos todos mucho.
Un abrazo fraterno,
P.

Brevísima lección de Ancestrología
La Ancestrología es una reconexión con el destino de todas personas que estuvieron antes. Tuve que ver y honrar todos estos pequeños milagros que sucedieron para que yo existiera...Si tú sanas, todos sanamos contigo. Entendí que las palabras más poderosas para sanar mis relaciones son: lo siento, por favor, gracias, te amo. Si aprendí a ser un ente rabioso, también puedo aprender a ser amoroso, si aprendí a sufrir, también puedo aprender a ser feliz (Pedro Engel)
Para recordar
De las personas vulnerables, que cualquier cosa puede herirlas, se dice que son sensibles. No, la verdadera sensibilidad es una abertura total al mundo divino, es decir, a la belleza, al amor. No debemos confundir sensibilidad y sensiblería, que sólo es una manifestación enfermiza de la sensibilidad. La verdadera sensibilidad, por el contrario, es un grado superior de la evolución que pone al hombre en contacto con las regiones celestiales y le permite vibrar al unísono con ellas (Omram Mickäel Aïvanhov)
Respaldando nociones después de mi cumpleaños 2010
Aún con sueño y todo escribo, porque quiero plasmar de mi puño y letra lo feliz y agradecida que he estado y sido este último tiempo. He comprendido poco a poco y un paso tras otro el valor del amor incondicional. Siento que he aprendido a amar a las personas desde su esencia y no desde mis expectativas. Agradezco ese energía que me ha iluminado y me ha guiado en el camino de la templanza y armonía interior. Quiero expresar mi alegría por el día de ayer. Decir que tengo buenos amigos, a quienes les agradezco infinitamente su cariño y buena onda, de todo corazón. Sentí realmente una atmósfera de alegría y paz, algo que anhelo para mi vida en general.
Presiento que voy por una buena senda para encontrar mi nicho de amor, cariño y entrega. Creo que he cimentado un buen camino para cosechar y eso me alegra profundamente. Solo quiero llenar esta libreta de buenos momentos y sentimientos que me hagan sentir orgullosa y feliz de mí y mi entorno..."Cualquier día es el mejor momento, increíble tentación es el amor"...
Gracias al responsable de todo este buen momento. Me siento ahora yo responsable de tomar las riendas de mi destino y hacer durar esta buena racha y esparcirla por el mundo.
Presiento que voy por una buena senda para encontrar mi nicho de amor, cariño y entrega. Creo que he cimentado un buen camino para cosechar y eso me alegra profundamente. Solo quiero llenar esta libreta de buenos momentos y sentimientos que me hagan sentir orgullosa y feliz de mí y mi entorno..."Cualquier día es el mejor momento, increíble tentación es el amor"...
Gracias al responsable de todo este buen momento. Me siento ahora yo responsable de tomar las riendas de mi destino y hacer durar esta buena racha y esparcirla por el mundo.
Esto es lo que me nace
Poder decir cómo me
siento es una amalgama de asuntos pendientes, de miedos claroscuros y de una
gran intencionalidad de avance, pero de una inercia y paralizaciones
recurrentes. Alguien a quién ansío hace un tiempo, me sugirió que me diera otra
oportunidad, que analizara desde la esencia de la sensatez (que no tengo), la
situación que me envuelve, ciega y ahoga, para poder decidir entre tantas
opciones contingentes, que me atraen, me recorren, me dan esperanza, me hacen
imaginar, proyectar vanalidades, pero también cumplir, quizás, un sueño
inconcluso, nacido desde la imaginería de infancia.
Hace tanto tiempo que
no sentía tanta incertidumbre, ni tanto replanteamiento junto. Es una pésima
mezcla, sobre todo cuando hay personas ingenuas y merecedoras de grandes logros
en juego. Y la decisión, precisada en alguna acción, llamado de teléfonos,
alguna señal de vida, para ser eternamente visible en el recuerdo de otro, que
insiste en responderme con absoluta madurez racionalizada, con el fin de no
arrepentirme de algún arrebato amoroso, pasional, lleno de vida y ganas de
lazarse al vacío, para, especialmente, no arrepentirme de no haberlo hecho
alguna vez. Más aún, cuando desde la impaciencia, presiento grandes
aspiraciones de descubrirte más y más, que vuelvas a envolverme con tus
maneras, con tus manos y tu voz. Con tu forma y contenido.
Son emociones
contrapuestas, ambivalencia absoluta, exquisito interés en volver a verte…
martes, 14 de mayo de 2013
Pensamientos
Podría regalarle mi vida a quien la
valorara más. Es que se me hace difícil pensar una bonita teoría para
convencerme que el mundo en sí encierra (y oculta) lo más lindos secretos, y
que vale la pena seguir, quemando calendarios y esperar un día, que no sé cuál
es, para poder con certeza gritar que soy feliz.
Es que me agoto, me canso, me aburro
de recorrer un día a día perpetuo, cargado de las mismas caras, los mismos
horarios. No me sirven los consejos de sensatos que sólo recriminan mi
indolente manera de ser. Pero qué es ser…a qué se refiere la esencia, a que
cada uno de los cientos de millones de trillones de personas es único y
especial. No lo creo, creo que todos somos unos humanos, una especie animal
hiper racional que calcula y planifica su vida esperando ser anciano para poder
vivir en paz.
A la vez, si todos son especiales y
espectaculares, para qué estoy yo, quitándole comida y puestos en la
universidad (especialmente en la mejor), a quién se desviva por él.
Porque me cuesta ver un propósito,
me cuesta planificar y ver un buen fin. No tengo fantasías vocacionales, ni
ganas de inventarme uno, sabiendo que detrás no existe más que un vacío, que
destruye cualquier atisbo de seguridad y estabilidad, aún más, cuando estoy
convencida de que la marcha vital al fin sustituyó esa monotonía que no tiene
espacio para un discurso, sin que termine alejando a quienes necesito lo
escuchen, lo entiendan (imposible), y luego de ver en mis ojos unas lágrimas
incomprensibles, cargadas de desolación y angustia, agoten mis pensamientos con
un insustituible ABRAZO, que borre la seguidilla y el caudal de pensamientos, (pensamientos,
pensamientos), imprecisos, crecientes, abrumadores, de que agarre un cuchillo y
dibuje en mis brazos y en mis piernas, motivos para olvidarme por un rato.
Momentos después, descargada de una presión consistente y dura, podré, en
medios de sentimientos infantiles, sentirme frágil, dispuesta a dormir, a que
alguien se acerque a tocarme la cabeza y a decirme que nada grave pasará si me
mantengo en un estado de sutileza y quietud.
Esperando que me lleven de la mano
para cruzar la calle, donde no existen flujos de conciencia totalmente críticos
e infundados, sólo maripositas volando, y momentos para pasarlo bien.
Y miro afuera y veo un sol al cual
le quedan 2 horas para esconder y luego volver. Qué puedo hacer que cambie los
rumbos y las rutinas típicas de un domingo primaveral. No tengo idea; día de
incerteza y circular. A veces te amo, y otras tantas te odio, yo sé que te amo
más que nada, pero sólo, (por ahora), necesito ser tú único objeto de atención,
aunque sé que probablemente, en menos de diez minutos, mi discurso te habrá alejado.
Escribo, porque sé que contar lo que
me pasa, es sólo un llanto eterno. Un lloriqueo (para algunos), sin pies ni cabeza,
un momento de buscar la atención del mundo, aunque sea un ratito. Contar lo que
me pasa, es como abrir una llave con agua sucia. Es atreverme a contar
historias horripilantes, que espantan a quienes tienen su vida resuelta. Es ser
sincera conmigo misma, y decidirme a mostrar mi “liderazgo negativo”, aquel que
todos quieren ocultar en libros de autoayuda y frases compradas escritas en
fabulosos best seller que por un momento (corto) te quietan el alma.
Abrir mi boca, es verter en un vaso,
un líquido insípido para los que viven disfrutando, o para los que mansamente
siguen la continuidad de la vida, sin despotricar de repente al mundo, a los
desconocidos, a las imágenes publicitarias de familias rubias y felices en
verdes praderas perfectas.
Escribir ahora, es tratar, intentar
de mostrar que no existe la censura. Que hay cosas que nunca se dicen, que son
tabú. Como que la vida no tiene sentido, que la gente le inventa (no sé si los
cree en momentos desoladores y solitarios) varios, involucra divinidades, por
ejemplo.
Pareciera que este mundo está hecho
sólo para los felices, los que viven tranquilos, comiendo, durmiendo. Yo me
inquieto todo el rato, por el futuro, porque nacen mil niños en 3 segundos,
porque no sé porque tanta humanidad por todos lados. A qué vienen, qué cosas
tienen que hacer, qué otros motivos inventarán.
Me deprimo, me inquieto y digo
abiertamente, que estoy en contra de la maternidad.
Infancia en el olvido
Infancia en el
olvido
Cómo olvidarte niña
dormida 11
Cómo olvidar la
cuna perdida. 11
Cómo recordar mi
vida pasiva 11
Y despertarte
llorando afligida 11
Revivir en instantes la ternura 11
En los brazos de
mi madre segura 11
Escuchando el
canto de hermosura 11
Que me evoca a la
bella criatura 11
El regreso
Para Irene aquel período fue el más
difícil de su vida, fue un tiempo de espera, de anhelos, de ausencia infinita.
Manuel se marchó de un día para otro, dejando un vacío inmenso en el pequeño espacio
que ambos compartían en la serranía. Irene arma su vida tal como solía hacerlo,
se levanta y blasfema contra el gobierno.
-Siempre son los pobres los que pagan por
los decretos, son los utilizados para apoyar lo innecesario. Son las manos que
se tiñen rojas, aún cuando sus mentes vomitan de vergüenza. Maldita guerra, tristes guerras si no es amor
la empresa…tristes, tristes.- dice Irene mientras cuelga la ropa y una lágrima
verde se asoma en su mejilla.
Hoy día se cumplirían cien años de su
matrimonio. Años de desolación y espera, de anhelos, de ausencia infinita. De
Manuel nada sabe, no sabe nada de nadie, se alimenta pensando en él. De
recuerdos inconclusos, del día que fue a dejarlo a la ciudad, donde le prometió
a la vuelta una huida, un viaje sin fin.
El tiempo pasó y pasó, Irene vive en un
círculo, no envejece, nace y repite lo mismo, cuelga la ropa y blasfema, pasan
cien años y todo vuelve, su mente revuelta revive un encuentro, una cita, donde Manuel regresa y la montaña
crece.
Irene entra en su hogar, mira el horizonte
y piensa en la soledad. En abandonos, en su mente perturbada y Manuel de fondo.
Sigue avanzando la vida, siguen los retrasos, la melancolía. Un día cualquiera,
cae una nube, misiles rebotan e Irene se duerme. Se levanta y prepara su
comida, cuelga la ropa y mira el cielo: hay una nube menos. Con cierta
extrañeza vuelve a su hogar, mira el horizonte y piensa en Manuel. Se mira en
su espejo circular, de un tiempo a esta parte, único consuelo. Advierte de
pronto una presencia, camina a la habitación y Manuel le sonríe. Irene se
mancha verde, ojos empañados la acompañan, se acerca y lo abraza. Su esposo, su
mayor tesoro, está con ella, esta vez será para siempre el retorno. Lo
encerrará en su cárcel de oro, donde siempre debió permanecer.
Manuel no habla, no siente, no expresa,
sin embargo su reflejo basta para que Irene lo atienda. Prepara todo, innova
sus pensamientos, determina su felicidad. Le sirve desayuno, tranquilamente lo
besa. Y Manuel mudo, inmóvil se queda. Siguen los rumbos avanzando, sigue Irene
despierta, continúa su creciente alegría. Planea la huida prometida, haciendo
vivir cada recuerdo, asfixiando sus pensamientos.
Mientras, Manuel espera en la habitación,
tal como llegó, nada ha cambiado en él. La misma vestimenta con la que se
marchó, alrededor bandejas con desayunos pretéritos, un cubrecamas desteñido
con tintas verdes. E Irene preparando más panes, más leche para su marido. Y
todo está igual, ella se mueve por él, todo lo hace para él, y él, quieto, mudo
y ciego.
Irene, sigue con su rutina, repite lo
mismo que mañana, igual que ayer. Reparte besos, leche y pan, cuelga ropa y
sigue en el cielo una nube menos. Una lluvia de misiles ataca el lugar, uno
sobre la casa la hace volver atrás. Un espejo circular roto, Manuel desaparece
de la cama, una notificación del ejército: su marido ha muerto. Una nube
regresa a su posición e Irene bajo tierra reclama por su situación. La montaña
crece y una casa se muere. Deshabitada y solemne.
Solo por diversión
Me di el
fuckin´lujo de tener un encuentro furtivo y casual, en la cama de mi ex.
Fue estupendo, fue
maravilloso, casi irreal, entre chelas, y abrazos, pudimos compartirnos una vez
más, desde que ya no estamos juntos, desde que su vida giró y ahora busca nuevas
mariposas que cazar, mientras yo te odiaba constantemente, día y noche, no
dejando que mis celos se holgarán tan sólo un poco.
Y ahí fuimos y allí
quedó. Nuestra noche y nuestra mañana, intacta e infinita. Llena de besos,
abrazos, más besos y ternura, fresca y lista para dejarse querer y acariciar
por quien te conoce, para bien o para mal, absolutamente TODO. Conoce cada uno
de mis minúsculos detalles, mi cuerpo entero, mis mejores defectos y mis peores
virtudes.
Fue glorioso, fue
único y necesario, entre el sueño y la realidad que se convertía lentamente en
lo profundo de ti.
Michhh
Debería arrepentirme de lo que pasó. Hoy es de
esos días en que no sabes dónde estás parada. Todo parece un tren que corre
rápido y va lejos, pero yo estoy quieta, impune a todo apuro de alguna
necesidad vital, incluso al hambre y lo más probable es que al amor también.
Lo de ayer fue una excepción, realmente
excepcional, por lo menos eso es lo que creo yo (hoy por hoy). Puede que ya
empecé a convertirme en esa adulta, casi
inservible que de pronto se deja de lado y se permite tener sexo voraz y feroz
con quienes aún no conoce del todo. Siempre temía esa “futura” realidad que ya
se hizo presente. El alcohol, quizás. Pero estoy segura que no cumpliré el “no
volveré a tomar así otra vez”. Y qué, si en cierto modo me gustó. Me gustó esa
complicidad, esas ganas desenfrenadas de sentir solamente placer. Esas
siniestras ganas de tocar compulsivamente un cuerpo masculino desnudo. Y dejar
que paralelamente me toquen sin remordimientos a mí.
la femeneidad me atormenta
Siento que todo este tiempo juntos
ha sido en vano, y que ni siquiera al hablarme muestras el cariño que alguna
vez pensé, sería infinito. Ya no sé si seguir luchando o atreverme a tomar una
decisión y volver a empezar una vida en solitario. Es que el vacío se me ha
vuelto una sensación conocida y es tan profundo y tan triste que no sé si podré
sostenerme sola cuando ya no haya vuelta atrás.
Creo que tienes una vida mucho más
resulta que yo, con una familia que puede entregarte lo que yo nunca podré
darte, ese sentimiento de pertenencia que yo intento renegar, por diferenciarme
de cosas que me molestan de la mía. Y siempre tienes planes que puedan acogerte
y me siento un estorbo necesario, me gustaría creerlo, pero me siento patética
esperándote tardes enteras, mientras tu tienes un mundo que intenta seducirte
para agasajarte mejor que yo. Y quizás si lo tomé como una competencia, pero es
evidente que jamás me escogerás a mí, porque la naturaleza humana es así, y no
puedo sentime tan tonta de creer que yo te atraparía y seríamos solo tu y yo,
en medio de este caos que nos une y separa a la vez.
No es la primera vez que pasa, y me
doy pena, se me cae mi seguridad, que nunca tuve, sintiéndome disminuida por
cada alzamiento de palabras que me dices. Todo mi mundo se va a la mierda,
todos los planes que yo he trazado en mi interior contigo, y que nunca supe si
tu tenías interés en realizarlos a mi lado, son solo fascinaciones que alguna
vez llenaron mi alma de expectativas de un futuro ojalá muy cercano, en el que
solo te veía amándome cada mañana, sin nadie más que pudiera impedirlo, ni
familia, ni mujeres, ni faldas, ni amigas tuyas, ni amigos míos. Sintiéndome
hermosa, inteligente y amada profundamente por ti.
Y la verdad es que mi mundo interior
son puras creaciones de un futuro prometedor, no sé de donde las saco, y
pensaba que tu harías lo mismo, lástima que superan el presente y tus ganas de
permanecer a mi lado. Cuántas veces te suplique que en vez de gritarme, retarme
o hacerme creer tonta y llorona, o recriminarme que me parecía a mi mamá, solo
necesitaba contención, un leve abrazo y un beso en la frente.
Siento que nunca nada podrá calmarme
y sólo yo, tengo que aprender a estar sola.
Un futuro resplandeciente sin una
mujer insoportable,
Yo.
La espera...
7.50 am y lo veo, está siempre allí, intacto.
Amaneció nublado, se puso esa chaqueta gris que me gusta, le inventé los
nombres que quise, a veces está triste, otras cansado o más animado, pero hoy, está estudiando,
repasando quizás qué. Imagino que algún día me hará existir, por ejemplo que olvidé el reloj y tenga que preguntarme la
hora. O que una tormenta implacable lo obligue a pedirme cobijo en mi paraguas
para dos. No sabe que memoricé su rostro, tampoco que me hace feliz el día.
Sólo sé que son las 8.10 y no me importa llegar atrasada.
Combinación a Estación “Mi punto Favorito
Estación Santiago a mis pies. Inicio de la
travesía: orugas y rugidos de motores,
hormiguitas que recorren rutas discontinuas, diversas, fugaces; puntitos
oscuros o alegres que revolotean en una cuenca montañosa. En el aire melodías junto
a cuadros cambiantes; mamás, niños, adultos, estudiantes, congéneres que siguen
el trapecio de la vida. Andenes,
túneles, escaleras, luz solar, símbolos, colores en una maqueta que tiene un
solo destino: Estación tu Casa. Y sigo la ruta entre el mar de puntos que me
acoge, unos cantan, otros gritan, otros sonríen, otros maldicen. Estación terminal:
los brazos, la sonrisa de mi punto favorito, TÚ.
Instrucciones para amar a un ángel (María Teresa Calderón/Vida de Perras)
Instrucciones
para amar a un ángel
En primer
lugar, la afectada por la presencia de un ángel se dará cuenta del hecho en
seguida.
Encandilada
por un hombre cuya voz jamás había oído, le parecerá perfectamente conocida.
El brillo
inquietante de unos ojos que la miran, le hará creer haberlos visto desde
siempre.
Sobrecogida
por el ritmo de una baile una tarde de lluvia, usted perderá el sosiego de por
vida.
Entonces
sus sueños empezarán a llenarse de mares encrespados y cielos que se nublan
repentinamente y lluvias que se desatan y vientos que se la llevan en todas las
direcciones.
Usted,
desde ese mismo momento quedará a la deriva, perdida, sin brújula, sin voluntad
y sin memoria.
Los ángeles
no son concientes de su angélica condición, por lo tanto, seguirán actuando en
forma natural y humana.
Por lo
general los ángeles son poetas. Los ángeles suelen llamarse Tomás, Alfredo,
Raúl, Carlos, Antonio, Roberto, Pablo, Andrés, Rubén, Gustavo, Diego, Manuel,
Juan…
Cuando se
encuentre con un ángel, debe hacerle prometer de inmediato y delante de
testigos, que más adelante, que tal vez, que algún día, que en la próxima vida…
Los ángeles
suelen quedar prendidos en la piel, tatuados en la memoria, abrazados a su
corazón, cantando en su alma la música del paraíso.
Para amar a
un ángel hay que visitarlo en los sueños; acercarse despacito y hablarse
lentamente. Los ángeles se asustan con facilidad al ser reconocidos.
Cuando se
enamore de un ángel, usted tendrá que resignarse a que ése ángel jamás se va a
enamorar de usted.
Porque no
todas las mujeres tienen en su destino encontrarse con un ángel, porque las
mujeres como yo que se enamoran de los hombres como tu están perdidas porque en
realidad usted no es una mujer sino una triste Ángela caída en la desgracia de
un amor tan grande.
María
Teresa Calderón
Vida de
perras.
mi primera deserción (relativamente) seria
Comprobante de Solicitud de Cambio de Situación Académica
El presente documento certifica que el alumno(a) P. número de matrícula 27001905 de la carrera PERIODISMO LICENCIATURA EN COMUNICACION SOCIAL, ha ingresado una solicitud que puede significar un cambio de situación académica. La situación académica relacionada es RENUNCIA A LA CARRERA. La solicitud ha sido ingresada el día 14/05/2007 a las 08:04:21 hrs. y corresponde al período académico 2007.
Ud no posee correo electrónico ingresado en el sistema, por lo tanto no recibirá los
avisos referentes a la resolución de su solicitud.
Secretaría de Estudio
Universidad de Chile
14 de Mayo de 2007
y todo sigue igual en esta puta ciudad...
Y
todo sigue igual en esta puta ciudad, aunque los rascacielos engendren
apurados, el mismo paisaje y todo igual. La amarga cara de los buses, que aún
no explotan por el colapso. Los mismos pasos impacientes que corren para llegar
a tiempo, a cumplir con el horario de siempre. La mañana triste, oscura,
pronósticos helados, rutinas incansables, abusadoras. Ni un mínimo rastro de
calidez, ni siquiera una mísera sonrisa. Una vertiginosa paz que pueda detener
este stress, este infierno urbano, este caos vulgar.
Y
qué va…nadie se interesa realmente por su propio bienestar. Y qué…y qué…y qué
más da…un nuevo atardecer, NO es una nueva oportunidad, es que es muy difícil
abandonar un mugriento retazo de la costumbre. El supuesto equilibrio, similar
al más drástico cáncer terminal, no permite un mínimo cambio en la mañana; un
gesto amable desconcertaría este orden, que desde entonces decidió mandarse por
sí solo e imponer su letargo hasta que su propia muerte lo separe. O quizás un
mínimo llamado telefónico, a quien siempre he querido, y que de un tiempo a
esta parte dejó de corresponderme. Un llamado fugaz, inconstante, coqueto y sin
propósitos, sólo saber en qué estás, fingir que soy ajena, desde ese mismo
entonces, a tus besos, y que ya todo será mejor…evidente que sin ti…pero qué
va….a quien le importa, para qué mentir. Sigo inmune a burlar este sistema, al
que vergonzosamente temo, y al que suelo despotricar, en noches de copas, más
copas, y un poco más…
Y
qué va…otra semana más, se me fue el sábado, y el domingo, jodida y aburrida en
la inmensidad de mi misma, pensando que mi pequeñez es inmensa…casi abandonada
dentro de mis formas, pensando que lo único que me falta eres tú. Complemento
perfecto de un domingo, abrazos certeros, palabras sensuales al oído. Y quieta,
entre sábanas, con ganas de sexo, con ganas de ti.
Lunes
otra vez, apareciste sin tu invitación, sin modales, sólo entraste sin mirar, y
yo esperando a que te acabes pronto, escuchando taladros que siguen pariendo
cemento, murmullo lejano, caras sin vida y yo queriendo un sábado próximo,
pensando que esta vez seré valiente y dignaré mi honor a llamarte y hablar
cinco minutos a invitarte a salir, y tomar unas copas de más. Seré heroína de
mi mapa urbano…luego, sentiré en mí el recuerdo de haberte tenido, en mis
sábanas, en mi piel, y podré, con descaro y energía despotricar sobre esta puta
ciudad…claro…al menos que me digas que sólo me quieres como amigo.
Y
qué?...y todo sigue igual, y todo sigue
igual…
El paso del tiempo
¿Serías capaz de
definir el paso del tiempo?...
De darte cuenta que "lo pasado, pisado"
y que todo es de una marcha implacable, de un misterio, de un abrir y
descubrir, a veces violento, y que el vértigo se avecina, asciende y te obliga
a seguir adelante, a vivir de la mejor forma posible...de dejar recuerdos,
recuerdos que solo eso son y que pueden desligarse según queramos, supuestamente,
porque el olvido tiene vejez y yo me hago cada día un poco mas olvidadiza, con
tantas cosas que aprender, recordar, olvidar, pretender mantener
intactas...definitivamente de recuerdos no se vive, pero ayudan a continuar el
camino.
No podría decirte que el paso del tiempo me ayuda, me afirma o
reafirma, es algo que al parecer me acuerdo, y si es que no me equivoco, fue de
esa y no otra forma...son leves instantes de lucidez, donde puedo extrapolarme
al pasado y vivir de nuevo, puedo acordarme de aquella vez, de ese recuerdo que a
veces me avergüenza, que puedo saberlo solo yo, que esa arista es la que preferí
recordar....puede un recuerdo revolverme la guata y apretarme el pecho, puede su
esencia hacerme llorar, es tan larga la sensación, tan intacta...recuerdos...¿qué son?...
Nada más que un viaje corto, fugaz y esporádico a mi niñez, mi niñez que fue un presente eterno, que fue una etapa previa a mi adolescencia, a la
entrada a mi cárcel de juguetes…vuelvo atrás y veo a mi madre, no la veo, solo
siento que está, imposible que no fuera así…me llevaba al jardín en la mañana,
que quedaba cerca de su trabajo, comía chiquitin, tenia un amigo que era más
grande, me balanceaba en los recreos, le contaba cosas de mi
familia…inventábamos autos que nos trasladaban por el jardín, el día jueves iba
a una tía a cantar…me daba vergüenza cantar...tomaba una muñeca y había que creerse mamá (eso sí que lo hacía).
Aparecen algunos fines de semana en la casa de
mis abuelos, las peleas por llevar la silla de ruedas y a mi abuelo, por
cierto, en la feria, a comprar los yesos para ponerse a pintar toda la tarde,
los cabellitos de ángel del día viernes en la noche…las películas de terror,
las pelelas, la televisión española de mi abuelo, los ricolates en el ropero de
atrás, las uvas de la parra…ay!
Qué cruel, qué rápido, qué ganas de vivir, solo un día en el ayer, de refrescar empíricamente y empaparme de esas sensaciones de
inocencia, de desinterés de ánimo, de dejarse guiar solo por las decisiones de
un adulto, que sabe lo que hace y que nunca te hará nada. Darle la mano a cualquier
adulto responsable que te guía por las calles para caminar.
Mi dulce niñez, qué daría porque me regalaras un día. Mañana, no lo sé. Pero por qué te apareces hoy,
quizás debe recordar mi esencia, mis formas más simples, mi carácter sin
remordimiento. La niña chica, con lentes, de la voz ronca, la que hablaba
lento, la que rayaba cuadernos enteros con firmas inventadas, la que no sabia
qué cresta pasaba en este mundo, de contingencia, de actualidad, de frivolidad.
Por qué nos han de regalar aquellos días de almíbar en el albor, por qué no intercalados,
en etapas por medio para poder estar mas confiados de la vida, de la esperanza
que sabrá cobijarme, aunque nuevas atrocidades se cometan día a día impunemente.
Increíble cómo el calor de una madre pueda llevarte a un nido tan protegido que
sientas que nada, nunca en la vida pueda pasarte alguna vez…
Y aquí estoy, me
veo escribiendo, con un sinfín de imágenes, nítidas no todas, que pasan, se
pasean y yo con ganas de que nunca se apaguen, que vuelvan cuando las llame, que se acerquen, que intenten vivir de nuevo…
"Este viaje..."
“El alma humana
tiene aún más
necesidad de lo
ideal que de lo real. Existimos
por lo real,
pero vivimos por lo ideal”.
Víctor Hugo
Este viaje, o tal vez, esta
aventura de viajar, remonta su contenido a la apetencia deleitable de alcanzar
lo desconocido que se puede encontrar en latitudes reales o imaginarias, a las
que se suele recurrir, cuando la verdad se ve agotada y cansada. Podría
describirse como un presente dormido, pero con el constante y perdurable sueño
de conocer más allá del ahora, de experimentar lo escondido bajo formas, que
inconscientemente, se quieren abrir a una interacción con uno mismo. Y que
dejan en la memoria, recuerdos y nostalgia, nuevas aperturas al conocimiento y
ganas de estar “allí”.
El viaje, gana la batalla de
la calidad en las experiencias. Pondera su victoria, frente a una realidad y
presente atareado, dona de manera práctica, la sabiduría a un nuevo mundo, sea
ficticio o verdadero, sea corto o duradero…revela, desinteresadamente, un
anhelo perdurable, que muchas veces, quizás la mayoría, deja en la realidad
contingente del propio universo natal, un vacío, pena y una triste e indefensa
aversión por el aquí y ahora.
Este éxodo voluntario, destapa
incontables formas de llevarlo a cabo; puede estamparse en la literatura, con
notables travesías, como también en pequeñas ausencias cotidianas, que se alejan
de lo típico y normal que rodea a diario. El viaje, sin embargo, puede ser
mucho más que eso, tiene la facultad absoluta de ser nuestra existencia entera,
si es que hay un deseo de enfocarlo en ese aspecto.
La vida es un viaje, este
viaje trae consigo una maleta vacía, pasajes sin destino, y una meta por
alcanzar, con una enseñanza por descubrir.
La vida es un viaje, que se
acompaña de muchos más. Quizás con la lógica de dilucidar el más complejo, el
que hay que tomar para llegar a la providencia.
La vida es un aprendizaje, que
utiliza el viaje, como método para adquirir los conocimientos suficientes y
necesarios de un resultado fructífero y valeroso.
Sea como sea, las huidas tienen un trasfondo común, de
querer alcanzar, casi, lo inalcanzable, de merodear por el misterio de la
lejanía, para olvidar por un momento lo mundano del escenario tradicional en el
que se actúa. Por lo tanto, hay una conciencia real, que implica la comprensión
de un regreso. Que encierra un retorno inevitable, que da luz a la más vacía
pena que se puede llegar a experimentar. Entonces, aflora una contradicción,
puesto que tarde o temprano, estando ya
de vuelta, nace la nostalgia, nace este odio que se cree perpetuo, nace la
sensación de pérdida; de querer recuperar lo que la ausencia robó, cuando se visitaba.
La tristeza acuchilla con el
vivo recuerdo, de una peripecia a otra dimensión paralela.
Jala el gatillo al presente,
que quiere evadirse y devolverse al mundo nuevo descubierto.
Afila los recuerdos, para
herir la memoria y la mente. Torturarla con vivencias y situaciones, que
alegran de por vida la rutina.
Y eso sucede, en cualquier
circunstancia del viaje. Pasa, infringiendo la cualidad y propósito de aquel.
¿Quién no sufre por el término de una novela
que retrata una travesía contable?
¿A quién, no le duele la
marcha imparable del tiempo y un ritmo de vida apresurado, luego de una estadía
provechosa en lugares que marcan?
¿Hay alguno que disfrute el
retorno de un paseo fascinante?
Lo que se puede llegar a
sentir y experimentar, es muchas veces, impreso en el ser. Pasado y cicatrizado
el dolor descrito, se vuelve a la normalidad, quedando una lección empírica, que
revive cada vez que se quiere, a través de relatos y pensamientos, que avivan
alegre y entusiasmadamente el contexto en el que se vive ordinariamente.
Por lo tanto, se puede hablar
de un deseo del género humano, consistente en ir en busca del más allá. De no
permanecer todo el tiempo, todos los períodos, toda la vida, en un mismo lugar;
la existencia de una brújula que guía las ambiciones, y las encuentra fuera de
lo real que se conoce como normal o modal. Todo con un fin basado en la
adquisición de nuevas vivencias, cargadas de conocimiento, cultura, belleza,
emocionalidad, etc.
La conquista de aquellas
recompensas de viaje, puede también remontarse a un lado oscuro, que se vive en
una involución del ser, en vez, de la evolución de éste. Sin embargo, en la
mayoría de los casos, funciona más el desarrollo que la limitación. Es más
común, encontrar aprendizajes positivos, que lecciones nocivas; y que
probablemente, encuentra su fundamento en la simple razón, de que un viaje, en
su albor, se plantea con un propósito digno.
El viaje, es el realizador de
algunos ideales, que tiene una estructura que no excluye la congoja, pero que
sin embargo, deja y regala experiencias, que probablemente, serán difíciles de
olvidar, es más, tratarán de aliviar la vida, cuando las cosas no marchan bien,
transformándose, en abstracciones, que regresarán a la emoción del recuerdo,
como si estuviera vivo, actualizándolo, llamándolo para el auxilio.
Este viaje es crucial para la
creación de una vida plena, para retener contenidos, y darse cuenta del estado
de la propia verdad y realidad, con la de una latitud o dimensión,
“correctamente” distinta. “Correctamente”, porque de ahí, de la perfecta e
infalible diversidad, viene la distinción entre una cosa y otra, para un
conocimiento y aprendizaje verdadero. Si todo fuera igual, no sería lo mismo el
viaje, sería encontrarse con lo equivalente. No tendría sentido.
…No hay nada más triste que la vacía pena del viajero que regresa.
Aún así, no cabe duda alguna que es una de las mejores experiencias que se
pueden lograr. Con lo descrito anteriormente, no hay dubitaciones en plantear
que un viaje, encuentra un sentido bello y sano, que colabora con el alma
humana y su infinita búsqueda de convivir con lo ideal, más que con lo real.
Amores pasajeros y latentes
Qué hacer cuando
sientes que vas lentamente cayendo en el vicio del amor. Cada día un nuevo paso
y una nueva pista para darte cuenta que ese sentimiento inefable es capaz de cambiarte
el ánimo en un segundo y hacer que las sonrisas sean inherentes a ti.
Estoy en ese estado
ahora, con la cabeza en cualquier parte, soñando un encuentro inminente
contigo, una salida a cualquier lado, donde pueda de una vez dilucidarte.
Mi carpintero
favorito, son las circunstancias, quizás “culpables” de que no me atreva a entregarme,
aun así no he podido deshacerte, olvidarte y no recordarte. Allí esta tu
figura, tus ojos y tu voz, haciendo eco a mis actividades, a mis pensamientos.
Todo por hoy tiene
un sabor dulce, quiero verte luego, quiero abrazarte y que me abraces como la
primera vez. Reírme de tus gestos, tus movimientos, tus actuaciones. No he
podido nunca conocer a quien más perfectamente sepa entregarme su cariño y su
ternura como lo hiciste tú. Con desinterés y compromiso, con ganas de volverme
a ver y no perderme más.
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