miércoles, 16 de octubre de 2013

cuál es la razón para aferrarme a tí

he dedicado un tiempo sin fin y recurrente en tratar de saber cuál es la motivación que me aferra a tí. Si bien, fui yo la que en un acto racionalmente arrebatado te pedí volver conmigo -seria y formalmente-, con la absoluta conciencia de amarte, no he parado de pensar en ese segundo de pasión meditada que me envolvió aquella vez en tu cama. Tus ojos me respondieron que sí, salió de esa pequeña boca de labios finos un sí y una sonrisa tímida y muda me confirmó un atisbo de felicidad, la cual, en ese instante hice mía, quizás, nuestra; como pretendiendo rememorar el inicio de nuestra relación, recordar y revivir esa época tan fácil y neutra. Fue un momento, dónde mis energías vivieron ese presente y sentí todas las ganas de que pudiéramos repetir nuestro incansable patrón, nuestra cálida rutina que nos acogió durante calmos años, años en que viví de la esperanza de tenerte eternamente, años en que dejaste que te envolviera con mi ciego amor, mis ganas, toda mi fe puesta en tí, en los roles que luego construiríamos como pareja, amantes y potenciales padres de una familia feliz. Y me sentí tranquila, me sentí más en paz conmigo misma, por estar haciendo -y continuando haciendo- todo por verte y verme feliz, quizás, delegándote mi bienestar emocional. Más bien, queriendo que te hagas cargo más de mí que de tí, alguna vez, que salgas de ese estrecho nido en el que te encuentras, de esa suave rutina en la que solamente importan tus necesidades, tus proyecciones, tu tiempo y tus objetivos (académicos, laborales y físicos). Claramente, sigo enfrascada en robarte un poco de tí, en sacarte de tu ensimismamiento, de que me mires, de que actúes de manera proactiva y alguna vez, en estos casi tres años, me sienta, tan sólo, un poco más importante, que me mires y me ponderes en tu entorno con admiración, que me hagas sentir amada por iniciativa propia, tan sólo, robarte un poco de egoísmo, y quizás, parecerme más a tí y lograr superar esta prueba vital que me exige que te ignore y que me centre en mí; tal como tú.

lunes, 23 de septiembre de 2013

¿te atreves a volver a ser feliz conmigo?

Creo que nunca había sentido mi vida tan ajetreada y movediza como el último tiempo. Qué sensación más devastadora e impotente. Mis diálogos interiores se contradicen y tengo tantas pulsiones internas que pugnan por lanzarse por caminos dicotomizantes que siento estar viviendo una cárcel dentro de mí. La siento, me apretan el pecho y las ganas, no disfruto mi propia presencia. Ya nada me parece interesante, la única premisa con la que me encuentro es que no tengo proyectos y eso, también, poco a poco, ha dejado de interesarme. En esta transición, que debería estar viviendo intensamente para sacarle el mejor provecho y salir airosa de tanta prueba física, mental, amorosa y espiritual, se ha convertido en una angustia constante. Si bien, trato de fingir y pretender con el resto que estoy bien, sé que el alcohol, la noche, los besos fortuitos, las contingencia agradable del presente que muere en la misma pista de baile, son una trampa maravillosa que me tranquiliza de vez en cuando, en esos momentos siento que soy yo, y que no tengo que develar mi futuro de manera racional y que tanta energía y palabras de odio contenida pueden explotar, explotar y quedar dispersas en el aire para marcharse al olvido. Pero, a la vez, se me ponderan como una evasión, lo sé, sé que las busco para evitar estar aquí viviendo una realidad que no pedí, que no estoy disfrutando hace un par de meses y que no sé hacia dónde encauzarla para encontrar un final feliz. Y bueno, aquí es donde llegas tú. Te esperé, lo reconozco, puedo decir que mi deseo se hizo verdad y que, llegaste, nunca me olvidaste y propusiste tímidamente un reencuentro. Lo acepté, con miedo lo acepté y gracias a ello, me he visto siendo la mujer mediocre con miedo a sufrir de nuevo el desamor que tanto me ha pasado. Con esa falsa cara de indiferencia y frialdad he intentado llevar a cuestas este barco que cada día se hunde un poco más y al que, nuevamente, me veo un poco sola, luchando para que no encalle y que nuestra historia, ahora sí, sea un pedazo de vida que queda atrás y muere sin que nadie la recuerde, que, después de tanto esfuerzo, seamos nada. Eso, quizás, eso me atormenta. He pensando mucho, en estos momentos, creo que no soy yo, y que ser coherente con la persona que quiero llegar a ser, es un desafío enorme que no sé si pueda lograr prontamente. Aún así, me doy cuenta, y pienso que también me he comportado como un ermitaño contigo, que cada vez que me hablas te respondo enojada, porque, creo, me duele que me hayas dejado, que fueras, más que nada, un témpano de resolución, y que si ya tuviste la vehemencia para dejarme absorta en mi pena sin importarte, puedas hacerlo una y otra vez, todas las veces que sea necesario y yo no sea esa mujer relevante y significativa que siempre quise ser a tu lado. ¿Crees que aún estamos a tiempo para volver a ser feliz conmigo?

jueves, 22 de agosto de 2013

llorar bajo el agua

fue un momento de limpieza, imploré que me escucharas, que me dieras la chance y abrieras (quizás por última vez) tu corazón y pudieras sentir que el mío sigue sincronizado con el tuyo...que no puedo despojarte por miedo a que me olvides, a que me dejes -sin pena- ir, invisibilizando serenamente mi recuerdo en tu memoria de amor.

miércoles, 21 de agosto de 2013

no dejes que me vaya porque quiero volver

aún recuerdo vivamente el último adiós, ese beso desteñido y ajeno que nos dimos en la mejilla, ese abrazo reprimido que nunca fue y esa desinteresada actitud que tomé para no seguir llorando como una niña. Te supliqué un reencuentro, una nueva oportunidad para empezar y esta vez hacer todo bien, pero tú ya estabas decidido, totalmente convencido que yo no era para tí, que no me querías volver a ver y que nuestro tiempo feliz se desmoronó y que las ruinas debían comenzar a desaparecer lentamente, con el frío y triste vendaval de invierno. Quisiste verme vulnerable, quisiste que sufriera, que pagara mis pecados como debe ser, según el criterio de la justicia, puedo recordarte y verte una vez más, colérico, disfrutando cómo caía, sintiéndote bien porque estaba perdiendo a un gran hombre, a un hombre que dió todo por mí, a ese hombre que tantas veces le dije que quería fuera mi compañero de vida y que me acompañara a envejecer juntos. Te pedí un retorno inminente, no lo hice a la cara, pero mi primer sustento de vida en solitario, fue aferrarme a la idea de que íbamos a a volver, tanto así, que mi pecho se relajó y sentí un alivio que no puedo explicar; no me importaba hacer mi rutina sola, porque me acompañaba la idea que tarde o temprano llegarías. El problema de todo esto, es que cada día que pasa es una nuevo barrido, una estela que se aleja y desvanece en la inmensidad de este destino implacable que nos separó. 

martes, 20 de agosto de 2013

imposible el olvido cuando se siente de verdad

Ha pasado nada desde que me dejaste, para mí, una eternidad. Ha sido difícil, pero he sido valiente y me tragado las lágrimas, cada vez que mi mente te evoca, reprimo las ansias de imaginarte a mi lado. Esta triste realidad que vino a posarse a mí lado, ha sido una de las pruebas más angustiantes que he debido pasar. Sentir tan intensamente una pena de amor. Te amo desde lo más profundo, te amo como siempre lo he hecho, desde que me dí cuenta que quería pasar el resto de mis días contigo, todas las veces que te hablé del futuro fueron una real convicción, aún lo siento un poco así, pero no puedo profundizar en esto, porque mi corazón palpita más rápido y un nudo horrible se asoma en mi garganta, garganta que por cierto se enfermó y debió aprender a convivir con tanta pus y mierda adentro. Te sigo amando, imposible no hacerlo, fuiste y espero que seas, el hombre de mi vida, el hombre que esté ahí para apoyarme, en las buenas y en la malas, sentirte de nuevo y poder reconstruir esta historia, que mal que mal fue bellísima, al menos yo lo recuerdo así. Una historia llena de emociones y sinceridades....te recuerdo cada día, no a cada rato, pero cuando más sola y deprimida me siento, apareces. Sueño, últimamente, contigo, que estás conmigo, que me abrazas y podemos empezar de nuevo, que podemos probar junto este amor, que espero no se esfume con el tiempo y se convierta en cenizas dispersadas en el viento; reafirmando la triste cuasi verdad de que el amor es eterno (tan sólo) mientras dura. Te amo, me encantaría no hacerlo y poder maldecirte sin piedad, pero en noches de alcohol y de supuesta felicidad, me veo triste y cansada, llorándote en algún baño de un bar o pretendiendo que me miras de lejos y vuelven tus ganas de quererme, mientras bailo con otros cuerpos masculinos que, por cierto, jamás podrán reemplazarte.

miércoles, 31 de julio de 2013

empezando a (re) vivir

Tomo aire profundamente, lo disfruto, respiro como si todo el oxigeno que me rodea fuera mío y dejo que cada inhalación me llene de estas ganas de vivir y salir al mundo a descubrir, vuelvo a respirar profundamente, luego me doy cuenta que cuando mi pecho se hincha, emerge un aire con ganas de renovarse, de divertirse, de dejarse llevar por todas las ansias reprimidas que alguna vez invisibilicé. Respiro una vez más, salen a flote, juguetean conmigo tantas alegrías y tantos nuevos motivos para reencontrarme conmigo misma, para sentirme segura de quién soy, aquella mujer (amiga, hija, amante, ex estudiante, aprendiz de la vida) fuerte, capaz de sí misma y llena de proyectos, maravillosamente inconclusos, que debo finalizar, comenzar y recomenzar. Estoy tan contenta, me siento completa, me siento tranquila y humildemente acepto las condiciones de mi presente, aquel inesperado presente que se posa aquí...no me queda más que agradecer y amar, me siento en paz, porque cada muestra de amor fue genuina, cada palabras fue real (para bien y para mal) y sé que he hecho todo de la mejor forma posible...

martes, 23 de julio de 2013

intentar y pretender tantas tantas cosas

Desde mayo en adelante mi vida empezó poco a poco derrumbarse, fue y ha sido todo turbulento, extraño, siento que soy ajena a todo lo que me ha pasado y de lo que conciente o  inconcientemente soy responsable. Aun no puedo ajustarme ni adaptarme a esta nueva realidad, me cuesta saberme sola y llena de motivos culposos que ni siquiera recrimino de mí, porque mal que mal, todo lo acontecido ha sido un ingrediente que me ha hecho destapar algunas nuevas verdades, que si bien todavía no aprehendo, sospecho son imprescindibles para este nuevo camino que se abre. Tengo miedo, pena, angustia, lamentablemente todavía no siento esas ganas intensas de vivir esta nueva etapa, no siento esas inmensas ganas de salir al mundo a descubrir toda la novedad que me espera, creo que si me voy y huyo de aquí es simplemente para olvidarte con más fuerza y convicción, o más que nada, creo que es que me extrañes y quizás decidas arriesgarte nuevamente a quererme y volver a ser felices como fuimos estos años que recorrimos juntos. Lamento profundamente todo, pero sé que, todo tiene una razón de ser y que tarde o temprano el destino me responderá con creces; espero que no muy tarde, sabiendo que nunca he sabido estar sola y que las ganas se han alejado y me han rechazado abiertamente. Si pudiera, desaparecería un buen tiempo, volvería renovada y dejaría de hacer tantas cosas, descartaría tantas malas decisiones que tomé...quizás parte de mi miedo sea eso mismo, seguir mal acertando en todo lo que me pide lucidez y convicción...ser una adulta responsable de sí misma, cargada de proyectos y con ganas de vivir esta vida como si realmente no hubiera nada más, sacarle el jugo a toda esta realidad circundante, ser una mujer vital y tan contenta de ser ella misma. Qué triste todo, a ratos lloro, a ratos trato de autoconvencerme de mi propia autonomía, de que soy la única para mi misma, que sin mí no hay nada y que sin un otro significativo soy realmente capaz y feliz de ser....

no saber amar y darte cuenta poco a poco de eso....

(...) Lo otro, últimamente, me he dado cuenta que te rendiste conmigo cuando estoy triste, y me da vergüenza pedirte que lo intentes, y que en vez de rebatirme y decirme “estúpida” porque lloro, necesito ante todo, el cariño que supuestamente me debes, un abrazo no me vendría nada de mal en esos momentos, pero tus insulto inusitados me sacan de quicio y más ganas de huir me dan. Entiendo que tu también te sientas poco querido por mí, pero si hay una cosa que no tolero en la vida, es que te sientas con la superioridad de saber todo lo que es más correcto para mí, y a veces tu falta de humildad para mirarte a ti mismo....

viernes, 19 de julio de 2013

Esta fugacidad


Y yo inmóvil, sola.
Inquieta, pero serena,
Neuronas contradictorias
Y sensatas, quizás, que buscan
Un solo camino que lleve a conocer la
Inmortalidad del sol, la estrella muerta
Que nace una y otra vez.
Un verano perdido,
Pálido y alegre a la vez.
Memoria podrida, enterrada en un vacío
Que come vivencias que anestesian esta muralla
De hielo que nos separa.
Que me distingue cruelmente de ti.

De nosotros, aún ignorando que somos lo mismo.

domingo, 14 de julio de 2013

Vomitar alguna (s) intimidad (es)

Todo fue verdad, fue lo que me hizo amarte hasta la muerte y pretender (con toda convicción) amarte el resto de mi vida...esto es reflejo de eso, así como también la cantidad de cosas que me viniste a devolver, muchas cosas...con las cuales intenté esmerarme para que supieras a ciencia cierta que te amaba de verdad y te sintieras tan seguro de eso...

_______________________________________________________________________


Gordo, a veces temo y de verdad que tiemblo por el solo hecho de pensar que este tiempo, del gran amor que vivimos y sentimos, se derrumbara. Soy tan feliz y tan plena a tu lado, nos ha ido tan bien juntos, siento que llegamos a nuestras vidas (tú a la mía y yo a la tuya) solo para sacarnos el mayor provecho y descubrir el gran potencial que los dos tenemos, esto significa: juntos y por separado.

Y ahora me siento tan capaz de todos, tan llena de energía y vitalidad, con tantas ganas de emprender, que me muero si esto se acaba. Sé que el futuro es lo más incierto. Pero primera vez en la vida que tengo una gran certeza: te amo y quiero pasar el resto de mi vida contigo. No necesito que nadie más me descubra ni me toque. Yo soy más yo a tu lado y solo pretendo que tus manos, tus labios y tu alma, jamás se aparten de aquí.

________


Gordo, hoy es un día tranquilo, un lunes después de un fin de semana lluvioso, pareciera que el alma de la gente se hubiese limpiado un poco, después de tanta agua caída, pareciera que la realidad se ve más clara y fácil. Y bueno, pienso en tí, en cómo eres, qué andarás haciendo, el esmero que le pones a las cosas, tu perfección, tus infinitas capacidades. Cómo puedo transmitirte esta admiración, de verdad que nunca pensé que tendría tanta suerte y llamar la atención y el corazón de alguien tan excepcional como tú.

__________

Gordito, me gustas demasiado, me encanta cada cm de tu inmensa humanidad. Me gustas tal y como eres, tal cual. Pienso en tantas cosas, en el futuro, por ejemplo, en todo lo que nos espera....Creo que será todo una maravilla, pienso en nuestra casa, en nuestros viajes, el día de nuestro matrimonio,  en cómo te contaré que serás papá por primera vez, en cuando nazca la Amandita, en las innumerables noches y días de amor. Creo que nunca me cansaré de decirte cuánto te amo y cuánto agradezco haberme encontrado contigo, tantos detallitos que hicieron que ahora estemos juntos. Yo solo espero colmar tus expectativas, ser una mujer que nunca deje de sorprenderte, a la que nunca dejes de querer.

En ese sentido, pienso que las cosas son o no son y que en defnitiva, no debería esforzarme demasiado para ser querida por tí, pero también, créeme, que estoy dispuesta a superarme y a mejorar algo si es que tiende a empañar la situación.
Nada mi gordito...vuelvo a repetirte que soy una mujer totalmente plena y feliz a tu lado. 
Me llenas entera y además cada vez me convierto en una mejor persona a tu lado.
Te amo infinito, eres totalmente perfecto pata mí.
Gracias.

___________________


Ayer fue una tarde mágica, llena de sensaciones ricas y cargada de sexo espectacular. Siento que últimamente estoy más sensible a sentir y experimentar nuevas sensaciones. Cuando estoy contigo, cierro los ojos y puedo viajar solo al plano de los sentidos y dejarme guiar por ellos. Es maravilloso poder estar tan compenetrada contigo. Amo cada cm de tu cuerpo, tus besos, el movimiento de tus caderas cuando estás dentro mío y sentirme perdida por tus maravillosos e innumerables encantos. Quisiera poder sentir cada vez que quiero un nuevo orgasmo, pero sé que mientras no vivamos juntos, junto cada vez más energía de alcanzar el placer y de solo acordarme de la última vez, me mojo y siento un cosquilleo que quisiera culminara contigo y algún alarido de placer. Sinceramente loca y enamorada de tí.


_____________________________


Chanchito, es domingo, después de una semana ajetreada para nuestra relación. Vengo recién llegando de tu casa, después de haber ido al cine y de haber hecho el amor en mi camita o nidito, o sea, mi territorio en tu pieza, lo mejor. Estoy contenta, porque ya puedo ver con claridad, siento que el amor que nos une está limpio o y renovado volver a acogernos. Estoy segura que lo que pasó, es para bien...

Y algo me dice que sigues siendo el hombre de mi vida. Te sigo queriendo igual o quizás un poco más, incluso cada día con mayor intensidad y proyección.
Mi amor, sigo feliz por tenerte a mi lado, cada vez que te veo es un regalo, eres simplemente lo mejor del mundo y soy la mujer más satisfecha a tu lado. Te amo.

_____________________________________________


Bonito, después de un día raro, medio electrizante entre nosotros, me duermo con la certeza de que tengo al mejor hombre del mundo al lado. Acabo de leer tu carta-mapa y me doy cuenta del gran esmero que poner para verme feliz. Me alegro de poder contar contigo siempre y a cada momento. Sé lo maravilloso que eres y no pienso soltarte por nada del mundo. Gracias por todo.

Tu personalidad incansable y tranquila me equilibra y sé que sería muy difícil acostumbrarme a vivir sin ella. Gracias por tu amor y tu confianza, por considerarme la mejor mujer y proyectarte conmigo. Eres francamente el hombre de mi vida.

_______________________________________________________



Gordo, me adelanté  la sorpresa y te leí estas palabras antes del tiempo previsto. No me importa, porque sigo sintiendo y pensando cada cosa dicha. Incluso la intensidad del contenido sigue creciendo y yo sigo más enamorada que nunca de tí y tu incansable presencia. Hace tiempo que no escribía, han pasado muchas cosas por mi vida, un período algo reflexivo y espiritual. Me cuesta estar en el aquí y en el ahora, porque mi mundo se construye o intenta hacerlo junto a tí en un futuro cercano. Puedo visualizarnos en un departamento, poder dormir cada noche contigo, despertar a tu lado cada nueva mañana. Solo eso me basta para ser feliz. No pido mucho más, solamente que nuestro amor y nuestras ganas de acompañarnos nunca se apaguen. A veces ando increíblemente tonta, una niña inmadura que se aferraría a tí y te atrapara en todos tus sentidos con palabras y voces que murmuran nada, quizás sea efecto de mi loco amor, que sé, jamás se cansará de amarte y abrigarte. Darte mucho calor (en noches frías) y tardes con sudor. Gordito, lo único que sé, es que quiero ser siempre tuya. Esa mujer incondicional que aperre contigo, en cada cm de tu vida, la que luche cuando el futuro sea incierto, la que te acoja en tu tristeza y la que comparta cada nueva alegría y buena noticia. No concibo mi mundo, mi entorno, mi rutina sin tí, eres condimento imprescindible de mi existencia y mi felicidad. Agradezco tanto poder contar con un hombre como tú, que si muriera hoy, puedo con toda seguridad, decir que me voy en paz, porque he amado desde el alma, fraternalmente, a quién siempre supo corresponderme y nunca pidió nada. Gracias por cada cm de tu cuerpo, por tus manos impacientes de dar, por complacerme solo para verme plena (lo soy). Totalmente agradecida de tú y dispuesta a entregarme aún mas. Te amo sin pudor.


_____________________________________________________________________


Gordito, no sabes cuán orgullosa estoy de tí. Te amo porque eres tú, tal cual, sin nunguna careta, con tu mundo al desnudo y dispuesto a ser develado por mí. Con tu inocencia, cons tus gustos, tu risa, tu cuerpo, tus manos, tus motivaciones, tu voz, tu humor, tu constancia, tu fuerza de voluntad. Eres el hombre que alguna vez soñé, el que imaginé en mis divagaciones amorosas, con el que alguna vez pensé formar una familia y poder verme desde lejos como una mujer plena, integral y gustosa de ser ella.


________________________________________________________________________________


Chanchito, hace un ratito que me he distanciado de tí. No sé qué es, pero nada grave. Quizás son mis tiempos de cambio, de reflexión, de replantearme y empezar con energía nueva que me satisfaga. Ayer fuimos a esos sucios antros del amor, no lo disfruté tanto y sé que tú tampoco, andamos tan abuelos, que nos quedamos dormidos altiro. La verdad que yo también me encuentro tan gorda y rancia en el espejo (que me daba mucho pudor). Sé que no debería importarme tanto, porque te conozco y me has hecho entender que me valoras más que un cuerpo bonito, pero estoy tan insatisfecha con mi cuerpo que me fue inevitable no bajar la líbido y divagar en mis desafíos constantes y no cumplidos por adelgazar. No sé qué más decirte, solo que te amo, que te quiero más que siempre y que te necesito para sentirme segura y confiada. Quiero tus abrazos, tus besos, tus voces de guagua, acurrucarme y sentirme la más abrigadita del mundo a tu lado. Por favor, no dejes que mi mal humor consuma tus ganas de verme. Te amo.


______________________________________________________________________


Chanchito, me volvió la vida al cuerpo y a la mente, ojalá sea un estado permanente y  puedas volver a reconocerme como cuando nos conocimos y nos dimos cuenta que no queríamos volver a separarnos nunca más. Siento que de nuevo volví a ser la de antes y con la conciencia en todo su esplendor te digo que te amo profundamente y que siento muy intensa y realmente que eres el amor de mi vida. Eres mi hombre especial, el que me hace cariño, no deja de pensar en mí, se preocupa cuando yo lo estoy y está ahí siempre para cuidarme. Todo tu amor lo siento y solo quiero que todo vuelva a la normalidad y nos amemos sin ningún pudor como solimos hacerlo el día de mi cumpleaños 23. Te amo infinitamente.


___________________________________________________________


Mi amor, alégrate, porque me re enamoré de tí. Fue después de hacer el amor, después de vestirnos y cuando salimos a comprar. Ahí, al mirarte, me dí cuenta que eres la única persona en el mundo que me entrega tanta felicidad y apego. Me encanta que quieras escucharme y aprender de mí, que me mires y te rías de mis gestos, que los conozcas y que te interese develarme por dentro y por fuera. Me encantan nuestras largas conversaciones, tus besos apretaditos y calentitos, los más abrigaditos y decidores. De verdad siento y creo que si no te hubiera conocido, no sería la misma y me hubiese perdido de conocer el amor real. Estoy tan orgullosa de nosotros, de nuestra relación consolidada, de que sigamos juntos. Y agradezco ante todo el haber podido ir descubriendo y construyendo mi felicidad a tu lado. Gracias por acompañarme siempre.


________________________________________________


Gordito, un gran día de reconciliación y ansias eternas por poder verte todos los días y tocarte, sentirte conmigo ahora, en cada momento. Gracias por cruzarte en mi camino, por atreverte a mostrar tu interés sin tapujos, por siempre sonreírle y verle el lado dulce y amable al mundo. Créeme que todas las veces que te digo "te odio", es en verdad, un "mi amor, gracias por permanecer, por guardarte el orgullo y poner la otra mejilla, por buscar soluciones, por mirar a futuro, por quererme y demostrármelo ante todas las cosas". Sé que difícilmente, podré encontrar a alguien mejor que tú. Y realmente me siento afortunada de tenerte y poder decir que encontré al amor de mi vida tan joven. A esta edad en que todo debería empezar a dar frutos. Te quiero tanto que nunca me creas cuando te diga que quiero terminar. Siempre te amaré.


_____________________________________




sábado, 6 de julio de 2013

cuando te miro

Cuando te miro, me emociona saber que sigues siendo aquel niño ingenuo que cree en la inmensidad de la vida, despreocupado y con ganas profundas de amarme. Te miro y me gustas, me gusta tu simplicidad, a veces, esa sumisión ante mi presencia, que te hace pensar y destapar tus propios miedos. Me crees capaz de todo, me he mostrado así, pero sé, muy en el fondo, que tú eres mucho más fuerte que yo, eres más sereno pero a la vez más fehaciente con tus (pocas) convicciones, las que matemáticamente practicas sin resquemores. Vuelvo a mirarte, y te admiro por eso, sé que tú dices admirarme más, pero creo que cuando la crisis se desata y vemos que el deber nos implora que nos dejemos para siempre, retrocedemos y nos vemos como la primera vez que nos conocimos, la primera vez que nos destapamos y descubrimos que somos los dos lo suficientemente fuertes para reavivar la llama, esa llama que en un momento se dió por perdida, pero que por cada nuevo adiós nos alumbra con más fuerza y mostrándonos a lo lejos que seguiremos en paz, que seremos una pareja eterna, no eternamente feliz, pero capaz de sostenerse a pesar de todas estas desavenencias que a veces me ciegan y me hacen gritar, llorar y no me deja pensar con claridad que eres, realmente, el equilibrio perfecto entre dar/recibir, entre expresar/callar y entre razón y corazón...

viernes, 5 de julio de 2013

un amor que nunca pudo ser

Estamos sentados en ese minúsculo segundo al que le suelen llamar decisión.

Estoy sentada, callada en tus piernas, pensando que todo puede ser o no.

Te veo, casi distante, alejado, tengo ganas de amarte infinitamente, eterno y fugaz, daría en el aquí, y en tus manos lo que nunca tendré por verte feliz, cargado de plenitud, distendido de tus temores, de tus cargas emocionales, de tus deseos más profundos concretado.

El destino se jacta de darme cosas difíciles de pasar, segundos inconstantes, peleas eternas, luchas y pugnas para hacerme feliz. Pero esta vez, quiero atreverme, tengo estas ganas inmensas de darte lo mejor de mi. De aprender juntos las lecciones que nos separan, las brechas distintivas de tu ser y mi mundo.

Me tienes, acá, un poco lejos, dispuesta y sobrecogida, con miedo, con proyecciones, con todas las buenas intenciones. Escribo para dejar de pensar en ti un momento, pero qué más puedo hacer si me has dado lo mejor que yo pueda pedir, y simplemente no he abierto mi boca para solicitar nada. 

Qué cosa extraña y melódica conocerte de repente, una noche tranquila y mundana, un sábado cualquiera, no había pretensión, no escondí nada. Deje llevarme. Pude esa vez solo sentir, ser simple, ser pequeña, ser yo. 

No puedo definir estas sensaciones, no puedo ser totalitaria y urgente, solo tengo unos resaltos, unas ráfagas de amor, de cariño, de afecto, de ganas de dilucidarte entero y ver qué pasa.

No quiero adelantarme a nada, pero las adversidades son un común denominador en mí, y ya sabes algunas de las cosas que me duelen, como yo sé algunas de tus historias. 
No perderíamos nada en intentarlo, si es que la montaña se nos viene encima, sabríamos como detener lo que no nos gusta y tal vez vernos como buenos amigos.

jueves, 4 de julio de 2013

Las lagartijas


Siempre las he admirado, tienen ese "no se qué", entre elegancia, agilidad e indiferencia...

la esperanza de ser leída

me cuesta creer y sentir de verdad que el chispazo de revolución que encendiste aquella noche de mayo fuera uno más en tu historial, así como la rutina del fin de semana, en la que siempre encuentras a una nueva amante en potencia que luego descartas...más que ego, un ego herido, más que orgullo y demostración de mi valía mediante palabras hirientes e insensatamente lanzadas al azar, es contarte que la cicatrización ha sido más larga de los pronósticos, sé que nada ha de importarte, sé que tienes tantos asuntos pendientes y todo lo demás, al menos lo supe de tus dedos que textearon genuinamente con emoción, pero aún no me recupero, tengo clarísimo que no habrá horizontes compartidos, ni copas de champaña, ni tardes de frío acomodada en tu pecho, sé que todo eso fue un espejismo, un destello de locura e irracionalidad que me hicieron feliz, lo admito, cuando todo empezó a desenvolverse con esa intensidad y esas ganas tan profundas de correr una maratón por encontrarte, reviví, me reencontré con esa mujer vital, coherente consigo misma, me sentí hermosa, me sentí capaz de todo...luego, después de esa desaparición extraña, y luego otra y otra, me desesperé, no supe que pensar/decir/hacer/sentir...y nada, aún sigo un poco así...pero lo peor, es que me sentí en un segundo, tan segura de despojarte, de tomar la correcta decisión de olvidarte de mi imaginario y mis temas recurrentes, lo supe, me alegré por eso, porque ya las opciones eran menos y al menos, dentro de esa poca claridad, hubo una palabra que me aniquiló la posibilidad de seguir intentándolo, lo asumí con dolor, con rabia, pero ya sabía que no había vuelta atrás...en fin...el tema es que aunque racionalmente sepa todo lo que debo hacer, este corazón herido no cicatriza, no para de llorar, a ratos sigue preguntando y tratando de seguir adelante, como por ejemplo, buscando rehacer lo que se dió por perdido, con ojos visionarios, pero no puede...y lo siento latir a veces triste y cansado, sabe que perdió una batalla, en la que quiso dar todo de sí, en la que pensó (ingenuamente) que ganaría, o al menos, que no perdería...

últimamente...

Han sido días extraños, llenos de una carga espesa que no me deja avanzar ni ver con claridad.
Planifiqué mentalmente un gran día, un día festivo en el que podría compartir contigo mi alegría y mis apreciaciones acerca de lo que se vendría, lo que fue, lo que ha estado siendo...los cambios abrumadores que me persiguen y lo difícil que ha sido todo desde entonces...pensé que podría sonreír y gritar muchas cosas, liberarme, compartir con alguien esta emoción que a veces no sé si es júbilo o una tristeza infinita. 
Se me confunden desde siempre, la risa más alta y alborotada, es, en la intimidad, el llanto más profundo, es reflejo de esa herida abierta y oculta que llevo, una herida que destapo en noches de alcohol o en esos momentos de desconsuelo irreparable que solo culminan en un cálido sueño...


lunes, 1 de julio de 2013

Quizás lo último que deba decirte...

Haberte conocido sigue siendo un tópico para mí, quizás ya dejé de nombrarte como una novedad y aborté la misión de poder encontrarte una nueva vez (esperando que hubiera otra más), lo que pasa ahora, es que converso conmigo misma respecto al momento corto, fugaz e intensamente vivido que nos jugamos aquella vez. Me sigue persiguiendo la idea que si hubieses abierto la puerta y esperado que yo entrara, algo sospechosamente increíble hubiera sucedido. Admito que quise ser, aunque sea el rato que hubiese durado, la reina de esta historia, haber sido la afortunada que elegiste para probar que quizás sí o quizás no. Yo estuve siempre dispuesta y sobrecogida…fuiste el primer (y espero que el último) hombre que rechazó mis ansias de quererte. Tenía esas ganas inmensas de descubrirte entero, de ir a poco a poco, con esa curiosidad hermosa de los amantes en proceso de exploración, ir conociéndote, saboreándote, maravillándome…no sé…al menos tuve el placer de imaginarme tantas cosas y pretender a ratos que sentías algo similar…sé que el devenir de las cosas tarde o temprano me responderá. El asunto es que siento que mi necesidad en este momento es cerrar el ciclo, verte y escuchar de esa boca que alguna vez anhelé, las palabras necesarias que me digan que la puerta está cerrada y que esto ya fue y que, en realidad, simplemente nunca fue.



PS: Gracias por abrirme los ojos, pero también, confía en que todo lo que dije fue genuino, me gustaste por ser tú, por cómo te mostraste, por lo que ocultaste también, sabía que había algo que no encajaba y que precisamente quise descubrir, pero no fuiste azar, me la quise jugar por ti, en parte lo hice, dije siempre lo que sentí y espero que lo hayas podido percibir…

domingo, 9 de junio de 2013

qué veo cuando me miro en el espejo

siempre he creído que lo más importante en la vida es poder mirarse al espejo y estar de acuerdo con el reflejo de uno mismo...poder sentirse cómodo con lo que proyecto, con lo que siento cuando observo a ese alguien que debería ser yo...en estos momentos, no sé quién soy, me cuesta encajar con todos los elementos que me componen y a los que debería aprobar. Hace tiempo no me pasaba, estoy totalmente desencajada, tratando de asumir que debo seguir viviendo como si todo estuviera en calma. Pero no, por dentro fluyen energías estresantes y contradictorias, me oprimen, me angustian, tengo unas ganas inmensas de dejarlas salir, que se vayan y me dejen un rato sola, que el nudo en la garganta se desate, que no me duelan los músculos, que todo se relaje, que mi cabeza pueda visualizar un buen futuro, un cielo despejado...tengo tanta, tanta, tanta pena...es un vacío enorme, un sentimiento de pérdida tremendo, también miedo paralizante, de saberme perdida en la selva y tener que reconstruir todo solo con mi esfuerzo y mis desganadas energías. El vacío es el de un adolescente que encuentra causas perdidas y se da cuenta que a fin de cuentas el sentido de la vida lo encuentra uno en su propia soledad y que la vitrina de emociones y aventuras debe aprehenderse con la convicción de que son un adorno a esta extraña y lejana realidad que uno (no) eligió tener. Este vacío me oprime el pecho, me inquieta tanto, pero no me atrevo a nada...sé que nadie vendrá por mí, sé que esperar puede ser una opción, quizás la más acorde...pero preferiría otra cosa, preferiría lanzarme al vacío, que todo esto se acabe...llorar es un relámpago, si lo dejara salir estaría años enteros empapándome de desolación, pero sé que tengo que sostenerme, me gustaría que fueras tú quien me ayudara con todo esto, pero, sé que ya desapareciste, te llevó este vendaval que estaba pronosticado incluso antes de conocernos, tu propio vendaval que asumiste quizás cuánto tiempo antes y que no te atreviste a declararlo, dejándome sola, enteramente sola, tristemente sola...alimentándome de mis propios monstruos, de mis carencias, de todo lo que alguna vez brilló y que ahora se desvanece y pudre conmigo adentro.

no dejo de recordarte

en los momentos en que estoy triste como ahora, te invoco, nunca he dejado de recordarte. Como alguna vez nos dijimos, marcaste un referente y te conviertes en mi refugio cuando te necesito. A veces, sueño con que suena el teléfono y te escucho y vuelvo a escuchar, me dices que nunca te has olvidado de la promesa que nos hicimos, yo tampoco, jamás. Que ese día llegará, que nos volveremos a encontrar...y eso quiero, me haría feliz y eterna. Te extraño, y solo puedo ensimismarme, cerrar los ojos, recogerme a mí misma y sonreír un poco al saber que quizás sientas lo mismo.

el remedio de la indiferencia

ese será el remedio que me obligaré a tomar para salir adelante de este torbellino. 
Es la mejor receta para sobrellevar el presente que se posó y que me deja estúpidamente mal parada frente a un alguien que no valió la pena, un alguien que pensé podría aportarme grandes historias y diversión, pero que resultó ser "nada", un nada con patas que vino el mundo, al igual que otro transeúnte en la ciudad, que solo rozó mi hombro y ni siquiera se dignó a pedir disculpas por el leve dolor...ya, como sé que se abrirán grandes horizontes, siento que el escozor disminuye lentamente, poco a poco, no va quedando nada, ni siquiera una ilusión. 
Para variar, otra nueva (mala) decisión, pero no me importa, ni me impacienta, ni me hace llorar, porque sé que me está haciendo ser un poco más fuerte y madura. 
Me gusta y está bien...cuando ya nada queda, es difícil perder....

viernes, 7 de junio de 2013

prefiero pensar que fue algo distinto

quizás mi pena sea reflejo de que ya pasado un tiempo, me dé cuenta que estoy sola en medio de una selva de decisiones, bifurcaciones y dualidades extremas que me persiguen y cuestionan, quizás mi pena, también sea el espejo de verme, nuevamente sola, frente a lo que ya decidí. A las barreras que he puesto a mi alrededor, pensando en que algo entre nosotros podría resultar, pero que poco a poco, veo, que me atrinchero, sola, más sola que nunca, con el deber de reflexionar acerca de mí, mi pasado, mi esencia, mis monstruos internos, mis necesidades vitales, mis deseos, desafíos, anhelos, frustraciones, entre tantos asuntos que no tengo idea cómo ordenar, clarificar y documentar de tal forma que sean un recuerdo feliz.

Me encantaría que me abrazaras, sé que probablemente seas el gentleman que siempre deseé, pero que todas desean a la vez, y me convierta en una nueva admiradora de tu larga lista, y, bueno, eso quizás también me duele, porque aposté, algo, no sé cuánto por tí. Por jugar y ver si podíamos ser un buen equipo, una dupla capaz de sostenerse, pero por cada día que pasa, y con tantos asuntos interiores, no veo una salida rápida, sólo sé que ahora me gustaría un abrazo y un poco de compañía, escucharte y sentirme un poco aliviada, reírme, me da lo mismo todo lo demás, pero ya no quiero seguir siendo este punto cada vez más invisible y menos importante...lo siento.

tengo mucha pena

tanta tanta pena que no sé cuánta....

miércoles, 5 de junio de 2013

una confesión insignifcante

cuando chica me daba terror la película Fantasía, incluso la imagen de Mickey con esa capa roja y ese gorro azul, tan oscuro todo y la música, pero igual la veía escondida y la paraba y me iba cuando ya no podía aguantar, creo que hay una escena de una escalera que es infinita y es terrible, quizás debería verla para superar un trauma y saber que si puedo con ver Fantasía puedo con todo...o es muy weón lo que estoy diciendo.
Lo otro, es que en Dumbo, la parte shuer loca de las burbujas de colores, también me daba miedo y más que nada incomodidad...mal igual.

acerca de mi asumida (madura) inmadurez

últimamente ha sido un tiempo de cambios vertiginosos, nunca pensé que a casi nada de (comprar) tener un cartón universitario de una carrera que me atormenta, se volcarían con tanta violencia tantos destapes y erupciones que jamás preví. Siempre he pensado todo, desde que tengo uso de razón, nunca he parado de pensar, de hecho, reconozco a todas luces que nunca he podido meditar, nunca, no sé qué es eso de dejar la mente en blanco, mi cabeza es una porfía constante de pensamientos que se mandan a propia voluntad y concluyen temas sin siquiera preguntarme, son rápidos, precipitados, impacientes. No paran y nunca he sabido detenerlos. Malditos pensamientos, si pudiera describirlos, diría que son como polillas insufribles, merodean, dan ganas de matarlas, pero se esconden o arrancan justo, en el día, parecen invisibles, de hecho, son desgraciadamente doble estándar, no las puedo controlar. Me cuesta un mundo, en fin, no quiero darles más bola, porque finalmente, tampoco sé si ahora son ellas las que se apoderan de mi cabeza y sólo mis manos obedecen a tipear estas absurdas palabras. ¿Será que nuevamente me atormentan?....
Como sea, creo que sí, últimamente vivo atormentada, llena de pensamiento irracionales, culposos, victimizantes, incertidumbres nuevas, crecientes y constantes. A ratos, pretendo con mi aparente madurez, tener todo claro, muy claro, saber exactamente qué haré cuando termine esta malsano camino vocacional que decidí hace 4 años tomar, que en realidad, sigo pensando, pensando, pensando (sabiendo que no saco nada con ello) que porqué. Por qué elegí esto, por qué jamás me he sentido segura de mis decisiones y siempre a último minuto tomando decisiones apresuradas y a ojos cerrados, siempre pensando que "sea lo que sea", vivir, literalmente "a la vida", sin encontrarle mucho sentido a la cosas o bien, proyectando un futuro lejano que no se parece en nada a lo que tengo, o la otra opción recurrente es saber que lo que hice está mal y que era obvio que si hubiese hecho lo otro ahora estaría bien, ni siquiera mejor. Por la puta, siempre la misma cosa, los mismos pensamientos apolillados, que a ratos detesto, otros tanto me dan mucha risa...la verdad, que ya no sé ni siquiera quién soy, y la verdad, que debería saberlo, aunque sea un poquito. O sea, sin decir que soy vieja, porque, esto es una certeza de verdad, me siento muy jóven, cada año que cumplo siento que me vuelvo más pendeja, sé que debería ya estar como asumiendo mi independencia, mi vida con algún proyecto, alguna cosa clara, pero nunca, NUNCA, nunca, NUNCA he sabido que chucha quiero ser y hacer de mí. O sea, yo igual pensaba que mi vida estaba dirigida a ser compartida con un otro, por eso estaba contenta de haber creído que había conocido al hombre de mi vida tan joven, porque puede ser que haya sido mi vocación (aún no la descarto 100%), pero puta, me imaginaba siendo mujer, amante, madre, sin ningún pudor...pero el tema es que mis replanteamientos me destrozaron cada mísero pedazo de lo que incluso había forjado como real y lo que realmente me preocupa, es que ya no queda nada para ser una brillante social worker (que evidentemente no quier ejercer) y después QUÉ. Qué será de mí...no quiero trabajar, no quiero estudiar, admito que quería casarme, pero ya no. Y puta, ni idea, y yo sigo aquí, quizás cada segundo más angustiada, con más ganas de tomar un poquito para olvidarme, quizás de las apremiantes y maduras decisiones que ya deberían ser un lugar común, pero obvio que no...y nada, cuentas regresivas, se acabará y quedaré varada, en pelotas, sola, en medio de nada...linda la weaita...

asuntos circularmente inconclusos

de un tiempo a esta parte, comenzaron a abrirse nuevos caminos en mi vida, caminos que no sabían que existían o que definitivamente preferí invisibilizar, porque, era obvio que no los necesitaba, las opciones que me mostraba mi presente (en ese entonces), eran suficientes para que yo pudiera ser feliz. O sea, yo creía que con lo poco que tenía, era la gran afortunada de poseer al amor de mi vida, cosa insólita y maravillosa, porque además tenía tan solo 23 años y sentía la convicción de gritarle al mundo que con él ya teníamos el puzzle armado, los planes trazados, los años contados para planificar mi primer embarazo y así, seguir sumando "logros" y estabilidad. Eso era lo que yo creía, estaba tan segura y tan feliz, juro que no me mentía a mí misma. Era tanto así, que justifiqué miles de faltas, que si bien no eran graves, lo hice porque no eran parte de lo que el amor de la vida debía hacer. Y así, pasaba el tiempo y cada vez la tierra era más próspera, el camino más armado y yo podía ver como quedaba menos para poder empezar a concretar. Quizás, el gran error fue ese, porque, probablemente, puse muchas ilusiones en una sola opción, le aposté todo a ese hombre, aposté mi vida, todas sus emociones, las cuáles, probablemente, también, induje para escuchar tantas respuestas que quise escuchar, pero las que, en general, tardaban más de la cuenta, o pasó también, que eran incompletas desde mi espejo y quise corregirlas para hacerme a mí misma feliz. 

lunes, 27 de mayo de 2013

mi mayor placer




Creo que mi mayor placer en la vida, es simplemente viajar, viajar, viajar...lo descubrí cuando estuve en el Caribe por primera vez, y sentí que podía vivir de eso, que podría estar todos los días de mi vida conociendo lugares y conversando con desconocidos, en otro idioma. Observar, desde mi ignorancia, pero con mi apertura mental, cómo las diferencias pueden convivir en espacios que insensatamente han sido circunscritos a un país específico. Creo que fue la grandiosa sensación que sentí cuando tomé el primer avión por primera vez, y siendo una niña, me embarqué a Venezuela a descubrir que habían grandes horizontes abiertos y por descubrir...los viajes son mi salvavidas cuando presiento que estoy a punto de explotar, a punto de desistir, a punto de olvidarme que existo aquí y ahora. Son mi refugio, mi esperanza de vida. Si pudiera vivir de eso, no dudaría en embarcarme y definitavamente a afirmar que he encontrado mi vocación (no legítima)...pero esto mismo, me hace pensar que, quizás, es mi secreto, y que puedo vivir mucho tiempo después del regreso, pensando y reviviendo la pasión de cuando estuve "allá". No sé, quizás reflexiono sobre esto, porque claramente, necesito un viaje....


el placer de tirar la cuerda

Esta es la situación que vislumbro, entre tantos residuos de antaño, me veo a mi misma, con toda mi feminidad, tirando la cuerda, esforzándome por ganar, por demostrar que soy un roble, que no es en vano tener una musculatura fuerte inherente, que mientras más tiro, más energía dedico a vencer, pero no por creerme mejor, solo por demostrarme a mí misma que puedo, que puedo hacer esto y mucho más. Y ahí me veo, a ratos apoyada por un sinnúmero de amigas que me ayudan a no decaer, a seguir tensionando situaciones y recuerdos, que me gritan que puedo, que no me rinda...y yo, tiro, me arden las manos, pero no me importa, porque sé que valdrá la pena llevar una marca si es que gano, si es que me veo una vez más en el podio que he ideado para mí, en este podio donde suelo ganarle a mis caprichos, a la desgana constante que venzo con mi (a veces) pretendidas sonrisas y aparente superficialidad cotidiana. Así como también, donde sé que llegaré a la bendita meta, así como lo hice cada vez que necesité meditar y purificarme, cuando gasté las zapatillas y llegaba iluminada después de una carrera mental en la que nunca fallé. Sé que podré, sé que nada fue en vano, sé que todo ha servido (aunque a veces me cueste creerlo), sé que siempre quedará un grito de aliento, sé que el sudor me acompaña siempre previo a una satisfacción. Gracias por el pasado, por todo lo que he vivido, para bien y para mal, mi premisa es que algún día descubriré todos los "para qué" que alguna vez me devanaron el alma y angustiaron aquella realidad presente que propició ese futuro que aún no termino de comprender. Lo mejor, al menos, por ahora, es nutrirme de tanta incertidumbre, dejarme llenar para luego avanzar e ir de a poco desatando ataduras y sintiéndome cada día un poco más libre.

Los lugares a los que quiero ir

Para que no se me olviden...los encontré en una libreta vieja que quiero reciclar:

La Península (Belice): muy tranquilo y chiquitito
Placencia.

St. John (Belice): más caro pero precioso.

San Juan (Nicaragua)

domingo, 26 de mayo de 2013

Esta falta de coraje

Me gustaría poder entender qué pasó...saber tantas cosas que no sé si quedarán inconclusas para siempre. Saber cuántos asuntos merodean y cuántos han decantado en tu cabeza y tu rutina. No sé si es que no tengo el coraje o simplemente me dejo llevar por esta apacible inercia que nos envuelve a cada uno por separado. Quizás esperando que (siempre) el otro tome la iniciativa primero o bien, aceptando esta inefable realidad que se posó después de aquella vez. También, puede ser que no me atreva a ser abiertamente rechazada y por lo tanto, decidí escudarme antes de escuchar un "no". U, otra posibilidad, es que a ratos la rabia me hace cuestionar todo, y el desconcierto me gana y me pida paciencia para no enfrascarme en temas inconsistentes, porque puede ser, también, que todo haya sido una imaginería preciosa que me hizo creer que podría haber un plan B infinitamente feliz, pero que después de un breve tiempo se agotó, en el preciso momento en que empezó; o sea, que no fue nada. Existen tantas posibilidades, infinitos relatos e hipótesis...y es tan raro la forma en que todo se esfumó...que, por mi especial manera de ser, no puedo aceptarla y posarme tranquila en mi comodidad. Puede ser que justamente, seas tan increíblemente sensato que tengas estas recetas mágicas para que todo cuadre al fin y al cabo, después de un tiempo perfectamente calculado de mudez y desaparición planificada....puede ser. La verdad, es que si no tuviera tantos asuntos pendientes, exigiría un acuerdo resolutivo con urgencia, pero tampoco me quita (tanto) el sueño...es que tanta extrañeza, por vez primera, me hace darme vueltas en lo mismo sin salidas, sin retardos, tampoco, porque nunca se fue pragmático, nunca hubo una luz que nos guiara...aún así, me llaman la atención tantas cosas, me maravillo y especulo...no sé qué espero, quizás nada...pero nada...

jueves, 23 de mayo de 2013

Rompí el hechizo

Rompí el hechizo, rompí la línea imaginaria que nos unió y que me mantuvo arrimada a tí.
Tuve la irreverencia, el desenfreno, corté las ataduras y dejé que solo las ganas me inundaran. Fue una locura, un nuevo motivo de angustia, unos segundos maravillosamente jugados al azar...no sé si gané o perdí...quizás, darme cuenta que las normas sociales me atormentan y que errar, por primera vez en la vida, no es tan terrible, pude quitar el velo y las grandes esperanzas que me fijaron alrededor tuyo...pero también, darme cuenta de la fragilidad y de lo extraña y distante que puedo estar dentro de mi misma y de tu inconstante presencia, que esta vez no me dolió. Quizás pusiste una barrera, la puedo ver, de hecho puedo ver tu caparazón que te obliga a callar y no mirar(me), puedo verte de lejos, casi diminuto, quizás apenado, no lo sé...yo me mantengo detrás de tu gran muralla, quieta, apaciblemente quieta, sin saber cómo esto sucedió, raro, muy raro, tan raro, que no puedo nombrarlo con palabras espontáneas...

lunes, 20 de mayo de 2013

Los deberes me confluctúan el alma

Debería ser la niña buena que alguna vez todos pensaron que sería, la niña capaz, atenta, siempre sonriente, dispuesta, con ganas de vivir, con ganas de recibir los deberes con ambición de logro, con las cosas claras, con las manos abiertas y con el horizonte claro...debería ser eso y muchas cosas más. 

Debería ser correcta, amable, empática, conmover a mi entorno con mi mejor forma, mis discursos políticamente correctos y mis valores forjados con total vehemencia, debería haber hecho las cosas bien, haber tomado mejores decisiones, debería, en vez de estar aquí, tratando de aclararme la mente, produciendo conocimiento, produciendo fundados argumentos para seguir siendo buena alumna y estudiante. Debería motivarme con tantas deberes, tantas cosas aún por hacer, debería dejar de estar aquí, sentada tipeando asuntos que me irritan, me desagradan y me conflictúan...debería despojarme de toda carga (física y emocional) y sentirme capaz de salir a adelante de toda esta duda inmensa que me envuelve, debería ser lo suficientemente capaz de hacerme cargo de mi misma y mis razones, mis afectos, mis decisiones, mis impulsos, mis mentiras, mis anhelos contrapuestos, mi incertidumbre constante, mis llantos eternos, mis carencias innatas...

...agárrate de de mi mano, que tengo miedo del futuro, tengo miedo de mi misma, de mis incapacidades, de ser totalmente incompleta, de ser lo que nunca quise ser, de que se sigan repitiendo los mismos patrones, las mismas rutinas circulares...

viernes, 17 de mayo de 2013

Mamá



Me ha costado toda la vida dilucidar la relación que tengo con la maternidad...pero después de tantos años, siento que inevitablemente nuestro destino era estar juntas (para bien y para mal) y te agradezco, te perdono, te amo e infinitas gracias.

jueves, 16 de mayo de 2013

me estoy volviendo loca

me estoy volviendo loca, no sé cómo despojarte, detesto el deber, me cargan las ataduras mentales, la represión, nunca he seguido una norma, siempre he sido la descarriada, la que no guarda nada, la que expresa sin tapujos, loca, espontánea, más loca que espontánea...pero estoy cada día peor...ya no entiendo mucho y me cuesta creer en mí, en mis emociones, lo genuino de esta seudo esperanza que nos une...me aconsejaron conectarme con Dios, pedirle lucidez, no creo en Dios, pero quizás lo haga como un acto psicomágico. Llegaste a mi vida, me desestabilizaste mis creencias que creí eternas, me hechizaste con energía y vitalidad, con esas inmensas ganas de entregarme, con ese breve mareo, con ese cosquilleo en la guata...lo siento, me gustaría poder arrinconarme, pero cómo hacerlo si nunca ha sido mi estilo y realmente, no sé qué hacer...

quizás lo sabes, pero necesitaba decírtelo

Lo que nos une, es una combinación de deseo y aversión. De ansiedad, pero también de control, porque tampoco quiero errar. No tengo intenciones de dañarte, si dejara que mis pasiones se desataran, no dudaría en correr hacia a ti, lanzarme violentamente a tus brazos, que esta apacible tormenta se convierta en luz, no dudaría en ser tu punto de atracción e insinuarme sensualmente en tus instintos, dejándome llevar por la creciente intensidad que sentí aquella vez en tu pecho, sentir la agitación inevitable de unas ganas apremiantes que debemos reprimir...

Estoy impaciente, intranquila, autoconvenciéndome de la sensatez, del análisis, de la calma. Tengo miedo, pero también curiosidad, interés por conocerte más y más, saber quién eres, volver a reír y contarnos tantas cosas que nos unen, quiero que me escuches, que me alientes, que me mires y me hagas sentir hermosa, que me digas que mi sonrisa es perfecta, que nuestras manos vuelvan a enlazarse cariñosamente...me diste vida y luz...pero sigo inmóvil, tratando de esclarecer mis constantes claroscuros, pero te extraño, de alguna rara manera, me movilizaste y te lo agradezco igual.

compartirte un paisaje que me gustó (Galápagos, 2011)



retazo del 2007


Puede que alguna de las cosas que escriba se me hayan olvidado. Es probable que me pierda en las redes de mi propio pensamiento y me exalte al darme cuenta que ya nunca volveré a ser el mismo. Que una parte importante de mi, se fue de la nada, de un día para otro, dejándome la impotencia, como una solución a los problemas.

Todo había comenzado, aquel año fatídico, año paradójico, año maldito.
Mi único gran pasatiempo era salir a correr por la ciudad, levantarme todos los días, alistarme en cinco minutos y conocer nuevas perspectivas de mi barrio donde habitualmente pasaba. Era realmente apasionante, ir mirando las flores, los árboles perder sus vestidos, los perros vagabundos, a los cuales adoptaba con un silbido de ida y vuelta.

Ese pequeño y a la vez gran pasatiempo, me llenaba de vida, de ánimo y de ansias de encontrarle el sentido a las cosas.

Balada del Mal Genio (Benedetti)



Hay días en que siento una desgana

de mí, de ti, de todo lo que insiste en creerse
y me hallo solidariamente cretino
apto para que en mí vacilen los rencores
y nada me parezca un aceptable augurio.

Días en que abro el diario con el corazón en la boca
como si aguardara de veras que mi nombre
fuera a aparecer en los avisos fúnebres
seguido de la nómina de parientes y amigos
y de todo indócil personal a mis órdenes.

Hay días que ni siquiera son oscuros
días en que pierdo el rastro de mi pena
y resuelvo las palabras cruzadas
con una rabia hecha para otra ocasión
digamos, por ejemplo, para noches de insomnio.

Días en que uno sabe que hace mucho era bueno
bah tal vez no hace tanto que salía la luna
limpia como después de jabón perfumado
y aquello si era auténtica melancolía
y no este malsano, dulce aburrimiento.

Bueno, esta balada sólo es para avisarte
que en esos pocos días no me tomes en cuenta.

Ando mala....


Ando mala, anda con toda la intención de desearte el mal. Estoy envuelta y decidida a esperar una agria noticia de tu ser, algo que me haga sonreír levemente y sentirme un tanto culpable, quizás por la eficiencia de mi fuerza mental. Detesto destinar más del tiempo necesario en pensar en ti, aborrezco por sobre todo el no dejarte escapar para siempre de mi mente y de mis recuerdos amorosos, el primer hombre (real) al que he besado sinceramente, y a quien he dejado traspasar los limites en mi. Detesto destinarte una hoja en blanco, y lo que es peor aún, ser apostrófica. Simplemente no me entiendo y me inquieta saber cuando dejaré de hacer esto. Tengo plena conciencia que soy pendeja, mimada, celosa y algo posesiva, pero qué vamos a hacer. Lo hecho, hecho está y no quiero tampoco que tu experiencia sea la que me haga cambiar, yo sólo quiero que te vayas así, rápido, de golpe y violento, lejos, lo muy lejos y a mi, realmente, no me importe NADA. Pero en serio, que sea tan fácil desarraigarte, tan ligero y sencillo. 

Me carga todo de ti, tu desubicación exagerada, tu angelical rostro al que solían apreciar, por su bondad superficial, pero que escondías dentro, un corazón, grande, puede ser, pero lleno de heridas y resentimiento, que no conocía lo que era la entrega absoluta o el agradecimiento por los pequeños esfuerzos. Patudo, y lo peor de todo es que no te dabas cuenta. Quien es capaz de utilizar los bienes de otro, terminar tus labores, luego comer y despedirse, diciendo que hasta luego, pero no muy luego, porque ya esto no va y mejor terminemos; quien es capaz de hacer eso, quien es capaz de no pensar en el pasado y las experiencias traumáticas para después sacarlas en cara, sabiendo que son causa de un daño feroz…sólo tu. Y ahí estás, más arrogante que nunca, asquerosamente soberbio, creído hasta la muerte, luchando por tu campo profesional. Te deseo que seas el ser más trabajólico del mundo y que tu egocentrismo te cierre las puertas de las sociabilidad. Te nuble la vista y te conviertes en blanco de evasión para la gente.

miércoles, 15 de mayo de 2013

El amor es eterno mientras dura (Carta a un viejo amor que alguna vez se creyó infinito)



20/03/2011

 Te escribo esto porque sé que cuando nos juntemos no podré hablar, ni tampoco querrás escucharme. Pero estas últimas palabras, representan lo que quiero perdure en el tiempo, sobre la relación que construimos durante estos 3 años de vida que nos unieron.

Primero, lamento profundamente que estés sintiéndote mal por mi culpa, no soporto imaginarte llorando, ni pensando atrocidades, odiándome, despotricando el porqué de nuestro pololeo. Te juro que si de mi dependiera, borraría todos tus pasares y me entregaría entera para verte contento y confiado. Sin embargo sé que es un proceso que tendrás que enfrentar tu solo y que a mi no me basta más que desaparecer lentamente.

El amor y devoción que te tengo no se borrarán fácilmente, me quedo con el mejor de nuestro recuerdo, que son muchísimos, tu y yo juntos haciendo tantas cosas…viajando, comiendo, cocinando, durmiendo, idas al cine, tardes de siesta, hacer el amor, caminar, tus abrazos, tus besos en la frente, tus consuelos cuando lloré, tus voces tiernas cuando hablábamos por teléfono, entre tantas otras.

Ay!..No sabes lo triste que estoy. Pero confío en la sabiduría de nuestro mapa vital, y sé, que muy en el fondo, esto es lo mejor que puede pasar para ambos. Al final, los dos nos descuidamos tanto, que seguir intentado algo dentro de una misma rutina y contexto, era muy difícil que pudiera resultar.

Perdóname desde el fondo de tu corazón si es que te hice sentir mal, nunca fue mi intención. Me disculpo por todas las veces en que “embarré tu día”, en que me enojé y amurré de más, créeme que me enseñaste a ser una ser una mejor mujer, más sabia, liberada, relajada y algo más cariñosa.

            Espero que estés muy bien, que logres conquistar tus futuros proyectos y propósitos, por tu fortaleza y vehemencia, sé que serás un gran humano, hombre, hermano, hijo, padre, esposo, tío, abuelo, estudiante, profesional, viajero, amante de lo que haces y emprendes.

Ponle pasión a tu vida, y quédate con el recuerdo de una relación que a pesar de sus bajos, pudo sostenerse del gran amor que alguna vez nos tuvimos, incluso para suponer que en un futuro incierto seríamos familia. Esta fue la primera vez que sentí un amor tan real y puro, con la consistencia suficiente para proyectarme contigo de manera global.

Como sea, siempre llevaré un pedacito tuyo en mí, en mi memoria y en mis mejores recuerdos de mujer y amante.







Reflejos del enamoramiento precoz

6/5/11
Parece que la "supermoon" hizo efecto en mí y mi sensibilidad. Un día después de mi cumpleaños me doy cuenta y visualizo con claridad lo realmente afortunada que soy y la cantidad de riqueza humana que se encuentra a mi alrededor. Gente preciosa que ha moldeado mi andar. Tantas experiencias que me han hecho la mujer que soy. Estoy tan contenta, siento que vivo un tiempo lleno de luz y amor. Tengo al mejor hombre que alguna vez pensé y que ahora siento. Con él, volví a creer en que el amor de la vida existe y que los príncipes azules se concretan. Estoy tan feliz de poder compartir mi vida con él, con este maravilloso flaco que me da seguridad, autonconfianza, equilibrio y paz.
Me cuesta creer que he sido lo suficientemente buena como para merecerlo. 


Despedida en tu funeral querida Abuela

Querida abuelita Michel o Weli:

Nunca pensé que tu partida dolería tanto, quisiera poder tenerte al frente y decirte tantas cosas…conversar de la vida, escuchar tus historias, tus creencias, tus valores más preciados, tus sentimientos de logro, frustraciones, cuentos de juventud, amores… (Claramente nos debemos una conversación)

Ay weli, siento que te debí tantos abrazos, tanto cariño de piel que no supe entregarte; y ese último día, sentadita en tu silla de ruedas en el patio de la casa, moviendo tu manta de un lado a otro, pensando quizás en qué cosas y en qué mundo habitando. Y es que ahora me arrepiento de tantos besos y abrazos que no supe expresarte y que de seguro te hubieran hecho tan feliz.

Sé que las palabras no son todo y que existen otras formas de comunicación y percepciones más profundas que algún día descubriremos; pero quiero que sepas ahora, que desde lo más profundo de mí, lo primero que siento cuando te recuerdo es AGRADECIMIENTO. Un gracias infinito por haber pasado una gran parte de mi infancia contigo. Contigo y con el tata, en la casa de Víctor Manuel, yendo al matadero con tu carricoche lleno de frutas y comida, mientras yo iba aferrada a tu mano, y con la otra cargaba a la Lola, la muñeca mulata que alguna vez fue de mi mamá.

Me acuerdo de los fines de semana, con sábados gigantes en la tele, también de tarros de manjar comidos a cucharadas juntas. Las cazuelas que sagradamente le cocinabas al tata. Los regalos de cumpleaños con su correspondiente tarjetita de saludo, todas las Navidades que pasamos juntos como familia.

También cuando acompañaste a mi mamá cuando el Ivancito llegó a nuestro hogar, y ella se tuvo que operar, y tú, te preocupaste de cuidarnos y asegurarte de que todo anduviera en orden.

Todos los llamados de teléfono, semanalmente, para saber con regularidad “cómo estábamos todos” y te alegrabas tanto de escuchar un “todos bien, weli”.

Otros recuerdos que se me vienen a la memoria, son cuando con mi hermano Esteban te molestábamos poniendo el servicio de la mesa en forma de cruz para que nos dijeras “canutos”.

También, te recuerdo por tu afán de decir hasta el último tiempo tu orgullo por ser telegrafista, y hasta hace poco nos hacías demostraciones de tus conocimientos.

Otra anécdota, fue cuando fuimos a México, con el propósito de que al fin conocieras a los charros que tanto te gustaban y te perdiste entre los gringos, a quienes les contabas que tenías “tri nietecitos”; aludiendo a la cantidad de nietos que éramos en ese entonces.

Abuelita, quizás al final, me costó un mundo comprender todo el revoltijo de emociones que te embargaron; nunca más pude penetrar aquel ensimismamiento que te envolvió luego de la partida del tata el año 95, y de la cual jamás te recuperaste.

Pero no importa, me quedo con todo lo bueno y agradable, o sea, con la weli malcriadora, fanática de los dulces, de la coca cola y la Fanta, la weli que desde hace tiempo nos decía que volvió a ser niña, la weli que se caía en caso todos los lados donde íbamos, la weli preocupadísima de sus nietos, la weli coqueta y cartuchona que sale bien en todas las fotos, aquella Michel, incondicional de su rol de abuela.

Me quedo con todo eso y mucho más, y te deseo desde el fondo de mi corazón y sinceridad, que después de 16 años de viudez (y quizás con tantas ganas de huir con tu viejito pronto), que esta etapa que empiezan juntos, otra vez, sea plena y armónica.

Gracias, porque nos tocó vivir este árbol familiar juntos, y ya iremos develando el para qué de tantas cosas. Gracias porque sin ti, ni uds. juntos, nadie de acá, sería lo que es en este momento, para bien y para mal, gracias por todo.

Cuídense y ámense sin reparos, nosotros desde aquí les deseamos un buen viaje weli y tata, los queremos todos mucho.

 Un abrazo fraterno,

P.




Brevísima lección de Ancestrología

La Ancestrología es una reconexión con el destino de todas personas que estuvieron antes. Tuve que ver y honrar todos estos pequeños milagros que sucedieron para que yo existiera...Si tú sanas, todos sanamos contigo. Entendí que las palabras más poderosas para sanar mis relaciones son: lo siento, por favor, gracias, te amo. Si aprendí a ser un ente rabioso, también puedo aprender a ser amoroso, si aprendí a sufrir, también puedo aprender a ser feliz (Pedro Engel)

Para recordar

De las personas vulnerables, que cualquier cosa puede herirlas, se dice que son sensibles. No, la verdadera sensibilidad es una abertura total al mundo divino, es decir, a la belleza, al amor. No debemos confundir sensibilidad y sensiblería, que sólo es una manifestación enfermiza de la sensibilidad. La verdadera sensibilidad, por el contrario, es un grado superior de la evolución que pone al hombre en contacto con las regiones celestiales y le permite vibrar al unísono con ellas (Omram Mickäel Aïvanhov)


Respaldando nociones después de mi cumpleaños 2010

Aún con sueño y todo escribo, porque quiero plasmar de mi puño y letra lo feliz y agradecida que he estado y sido este último tiempo. He comprendido poco a poco y un paso tras otro el valor del amor incondicional. Siento que he aprendido a amar a las personas desde su esencia y no desde mis expectativas. Agradezco ese energía que me ha iluminado y me ha guiado en el camino de la templanza y armonía interior. Quiero expresar mi alegría por el día de ayer. Decir que tengo buenos amigos, a quienes les agradezco infinitamente su cariño y buena onda, de todo corazón. Sentí realmente una atmósfera de alegría y paz, algo que anhelo para mi vida en general.

Presiento que voy por una buena senda para encontrar mi nicho de amor, cariño y entrega. Creo que he cimentado un buen camino para cosechar y eso me alegra profundamente. Solo quiero llenar esta libreta de buenos momentos y sentimientos que me hagan sentir orgullosa y feliz de mí y mi entorno..."Cualquier día es el mejor momento, increíble tentación es el amor"...


Gracias al responsable de todo este buen momento. Me siento ahora yo responsable de tomar las riendas de mi destino y hacer durar esta buena racha y esparcirla por el mundo.

Esto es lo que me nace

Poder decir cómo me siento es una amalgama de asuntos pendientes, de miedos claroscuros y de una gran intencionalidad de avance, pero de una inercia y paralizaciones recurrentes. Alguien a quién ansío hace un tiempo, me sugirió que me diera otra oportunidad, que analizara desde la esencia de la sensatez (que no tengo), la situación que me envuelve, ciega y ahoga, para poder decidir entre tantas opciones contingentes, que me atraen, me recorren, me dan esperanza, me hacen imaginar, proyectar vanalidades, pero también cumplir, quizás, un sueño inconcluso, nacido desde la imaginería de infancia.

Hace tanto tiempo que no sentía tanta incertidumbre, ni tanto replanteamiento junto. Es una pésima mezcla, sobre todo cuando hay personas ingenuas y merecedoras de grandes logros en juego. Y la decisión, precisada en alguna acción, llamado de teléfonos, alguna señal de vida, para ser eternamente visible en el recuerdo de otro, que insiste en responderme con absoluta madurez racionalizada, con el fin de no arrepentirme de algún arrebato amoroso, pasional, lleno de vida y ganas de lazarse al vacío, para, especialmente, no arrepentirme de no haberlo hecho alguna vez. Más aún, cuando desde la impaciencia, presiento grandes aspiraciones de descubrirte más y más, que vuelvas a envolverme con tus maneras, con tus manos y tu voz. Con tu forma y contenido.

Son emociones contrapuestas, ambivalencia absoluta, exquisito interés en volver a verte…