Han sido días extraños, llenos de una carga espesa que no me deja avanzar ni ver con claridad.
Planifiqué mentalmente un gran día, un día festivo en el que podría compartir contigo mi alegría y mis apreciaciones acerca de lo que se vendría, lo que fue, lo que ha estado siendo...los cambios abrumadores que me persiguen y lo difícil que ha sido todo desde entonces...pensé que podría sonreír y gritar muchas cosas, liberarme, compartir con alguien esta emoción que a veces no sé si es júbilo o una tristeza infinita.
Se me confunden desde siempre, la risa más alta y alborotada, es, en la intimidad, el llanto más profundo, es reflejo de esa herida abierta y oculta que llevo, una herida que destapo en noches de alcohol o en esos momentos de desconsuelo irreparable que solo culminan en un cálido sueño...
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