últimamente ha sido un tiempo de cambios vertiginosos, nunca pensé que a casi nada de (comprar) tener un cartón universitario de una carrera que me atormenta, se volcarían con tanta violencia tantos destapes y erupciones que jamás preví. Siempre he pensado todo, desde que tengo uso de razón, nunca he parado de pensar, de hecho, reconozco a todas luces que nunca he podido meditar, nunca, no sé qué es eso de dejar la mente en blanco, mi cabeza es una porfía constante de pensamientos que se mandan a propia voluntad y concluyen temas sin siquiera preguntarme, son rápidos, precipitados, impacientes. No paran y nunca he sabido detenerlos. Malditos pensamientos, si pudiera describirlos, diría que son como polillas insufribles, merodean, dan ganas de matarlas, pero se esconden o arrancan justo, en el día, parecen invisibles, de hecho, son desgraciadamente doble estándar, no las puedo controlar. Me cuesta un mundo, en fin, no quiero darles más bola, porque finalmente, tampoco sé si ahora son ellas las que se apoderan de mi cabeza y sólo mis manos obedecen a tipear estas absurdas palabras. ¿Será que nuevamente me atormentan?....
Como sea, creo que sí, últimamente vivo atormentada, llena de pensamiento irracionales, culposos, victimizantes, incertidumbres nuevas, crecientes y constantes. A ratos, pretendo con mi aparente madurez, tener todo claro, muy claro, saber exactamente qué haré cuando termine esta malsano camino vocacional que decidí hace 4 años tomar, que en realidad, sigo pensando, pensando, pensando (sabiendo que no saco nada con ello) que porqué. Por qué elegí esto, por qué jamás me he sentido segura de mis decisiones y siempre a último minuto tomando decisiones apresuradas y a ojos cerrados, siempre pensando que "sea lo que sea", vivir, literalmente "a la vida", sin encontrarle mucho sentido a la cosas o bien, proyectando un futuro lejano que no se parece en nada a lo que tengo, o la otra opción recurrente es saber que lo que hice está mal y que era obvio que si hubiese hecho lo otro ahora estaría bien, ni siquiera mejor. Por la puta, siempre la misma cosa, los mismos pensamientos apolillados, que a ratos detesto, otros tanto me dan mucha risa...la verdad, que ya no sé ni siquiera quién soy, y la verdad, que debería saberlo, aunque sea un poquito. O sea, sin decir que soy vieja, porque, esto es una certeza de verdad, me siento muy jóven, cada año que cumplo siento que me vuelvo más pendeja, sé que debería ya estar como asumiendo mi independencia, mi vida con algún proyecto, alguna cosa clara, pero nunca, NUNCA, nunca, NUNCA he sabido que chucha quiero ser y hacer de mí. O sea, yo igual pensaba que mi vida estaba dirigida a ser compartida con un otro, por eso estaba contenta de haber creído que había conocido al hombre de mi vida tan joven, porque puede ser que haya sido mi vocación (aún no la descarto 100%), pero puta, me imaginaba siendo mujer, amante, madre, sin ningún pudor...pero el tema es que mis replanteamientos me destrozaron cada mísero pedazo de lo que incluso había forjado como real y lo que realmente me preocupa, es que ya no queda nada para ser una brillante social worker (que evidentemente no quier ejercer) y después QUÉ. Qué será de mí...no quiero trabajar, no quiero estudiar, admito que quería casarme, pero ya no. Y puta, ni idea, y yo sigo aquí, quizás cada segundo más angustiada, con más ganas de tomar un poquito para olvidarme, quizás de las apremiantes y maduras decisiones que ya deberían ser un lugar común, pero obvio que no...y nada, cuentas regresivas, se acabará y quedaré varada, en pelotas, sola, en medio de nada...linda la weaita...
No hay comentarios:
Publicar un comentario