jueves, 4 de julio de 2013

la esperanza de ser leída

me cuesta creer y sentir de verdad que el chispazo de revolución que encendiste aquella noche de mayo fuera uno más en tu historial, así como la rutina del fin de semana, en la que siempre encuentras a una nueva amante en potencia que luego descartas...más que ego, un ego herido, más que orgullo y demostración de mi valía mediante palabras hirientes e insensatamente lanzadas al azar, es contarte que la cicatrización ha sido más larga de los pronósticos, sé que nada ha de importarte, sé que tienes tantos asuntos pendientes y todo lo demás, al menos lo supe de tus dedos que textearon genuinamente con emoción, pero aún no me recupero, tengo clarísimo que no habrá horizontes compartidos, ni copas de champaña, ni tardes de frío acomodada en tu pecho, sé que todo eso fue un espejismo, un destello de locura e irracionalidad que me hicieron feliz, lo admito, cuando todo empezó a desenvolverse con esa intensidad y esas ganas tan profundas de correr una maratón por encontrarte, reviví, me reencontré con esa mujer vital, coherente consigo misma, me sentí hermosa, me sentí capaz de todo...luego, después de esa desaparición extraña, y luego otra y otra, me desesperé, no supe que pensar/decir/hacer/sentir...y nada, aún sigo un poco así...pero lo peor, es que me sentí en un segundo, tan segura de despojarte, de tomar la correcta decisión de olvidarte de mi imaginario y mis temas recurrentes, lo supe, me alegré por eso, porque ya las opciones eran menos y al menos, dentro de esa poca claridad, hubo una palabra que me aniquiló la posibilidad de seguir intentándolo, lo asumí con dolor, con rabia, pero ya sabía que no había vuelta atrás...en fin...el tema es que aunque racionalmente sepa todo lo que debo hacer, este corazón herido no cicatriza, no para de llorar, a ratos sigue preguntando y tratando de seguir adelante, como por ejemplo, buscando rehacer lo que se dió por perdido, con ojos visionarios, pero no puede...y lo siento latir a veces triste y cansado, sabe que perdió una batalla, en la que quiso dar todo de sí, en la que pensó (ingenuamente) que ganaría, o al menos, que no perdería...

No hay comentarios:

Publicar un comentario