domingo, 9 de junio de 2013

no dejo de recordarte

en los momentos en que estoy triste como ahora, te invoco, nunca he dejado de recordarte. Como alguna vez nos dijimos, marcaste un referente y te conviertes en mi refugio cuando te necesito. A veces, sueño con que suena el teléfono y te escucho y vuelvo a escuchar, me dices que nunca te has olvidado de la promesa que nos hicimos, yo tampoco, jamás. Que ese día llegará, que nos volveremos a encontrar...y eso quiero, me haría feliz y eterna. Te extraño, y solo puedo ensimismarme, cerrar los ojos, recogerme a mí misma y sonreír un poco al saber que quizás sientas lo mismo.

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