lunes, 20 de julio de 2015

las flores


Cuando intento develar la belleza de las flores, creo que lo intento hacer, es focalizar en lo sencillo y mundano, la neutralidad de la vida. En los pequeños detalles existe una sensibilidad infinita, en ellas se encuentra el universo entero, son el reflejo del poder de la naturaleza; del que suelo rehuir, intelectualizando las emociones que vibran y potencian mi andar. Las flores no necesitan ser fotografiadas para ser bellas, no necesitan que las aprecie para que puedan florecer, tan solo son, están expuestas y dispuestas a ser observadas, pero sin pretensiones. Cada tanto se desnudan, tardan en crecer, tardan en llegar a ser, son temporales, son -paradójicamente- complejas, pequeñas y sutiles. Me muestran sin querer, que cada tanto debería observarlas con mayor detención para alcanzar mayor quietud y desenfado.

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