domingo, 23 de noviembre de 2014

las locuras que se hacen con una amiga

todo empezó, cuando estuve totalmente desecha y desencajada de mi misma, a causa de esa ruptura amorosa que marcó mis paradigmas y mis nociones constantes acerca de lo que creía y quería respecto al amor y al supuesto "príncipe azul", que lo encarnaría. En fin, admito que estuve pésimo, que me sorprende lo poco que lloré y me admiré de mi misma de lo fuerte y madura que soy para sobrellevar situaciones difíciles y estresantes que el camino me pone, sobre todo cuando son cuesta arriba y yo no tengo energías para seguir adelante; sea como sea, estoy sentada, hoy domingo, segura de mi misma, tranquila y satisfecha, porque pese a todo, he salido, en general, muy victoriosa en todos los ámbitos en los que me he involucrado este último tiempo y desde aquella vez en que me ví rehaciendo la vida sola. Me siento competente, capaz y digna de un ser tan digno como yo, ni más ni menos, no podría volver a estar con alguien a quién deba enseñar, necesito un complemento parejo, un compañero que esté en mi misma situación, que busque anidarse en mí, solo para amar, y no para completarse a sí mismo, requiero de un hombre ya hecho, un hombre bien plantado, con experiencias y con deseos de enamorarse de un par, que se acople en la misma dirección y sentido y que no tenga que validarse a sí mismo llevando las riendas de la situación y haciéndose el grande, pasándome a llevar. Si aquel personaje no existe, no tengo dramas en quedarme soltera, puesto que con toda la experiencia acumulada, sé que poseo los influjos para seducir y dejarme llevar por el placer una noche con alguien, sé que quién soy y lo que puedo lograr, por eso, no me conformaré con cualquiera. 
Pero volviendo a la intención primaria de este relato, quería plasmar la estupidez que con una buena amiga, en un momento de desesperanza y desesperación hice o más bien hicimos, o mejor dicho, ella me ayudó a hacer: escribir en una hojas envueltas en laurel, las características de mi hombre ideal (?); aquí van:

cariñoso/sencillo/educado/GCU/que viva solo/que tenga una mamá simpática -con un corazón al lado-/que tenga un buen trabajo/equilibrado en sus roles/que se proyecte conmigo/que sea generoso/que sea parecido a mí/que sea entretenido e inteligente/que le guste conversar/que le guste salir a comer/que sea receptivo y que me abra e invite a su mundo/que me ame incondicionalmente/que yo sea su prioridad -sin ser obsesivo-/que tenga mundo/que no sea celoso/que sea relajado/que me haga reír/que no sea descarado/que no se aproveche de mí/que siempre me trate bien/que se lleve bien con mi familia/que me apoye en mis proyectos/que quiera formar una familia conmigo/que sea buen papá y buen esposo/que le guste viajar/que la tenga decente/que físicamente me guste/que me guste su cara/que tenga pelitos en el pecho/que le guste lo que hace/que no sea competitivo (que su meta no sea ser el mejor)/que sea sociable/que sea empático/que me sepa contener/que no se quede pegado/que sea estable emocionalmente/que entienda lo que pasa en su entorno/que lo más importante para él sean las relaciones/que no se demore en tomar decisiones-asertivo-/que quiera lo mismo que yo.

Claramente, hay muchas que ya no me importan, porque fueron escritas desde el despecho y la negación u oposición de mi última relación. Ahora, en estos momentos, lo más importante para mí, es que sea alguien sano, que no busque poder, que no esté trancado y que crea en la pareja como un complemento y acoplamiento holístico; lo demás, ahí se verá.



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